Ministro principal norirlandés anula viaje a Brasil por marchas protestantes

  • El ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, anunció hoy que ha cancelado un viaje comercial a Brasil programado para julio, ante los temores de que las marchas protestantes provoquen graves disturbios en las calles de la provincia británica.

Dublín, 18 jun.- El ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, anunció hoy que ha cancelado un viaje comercial a Brasil programado para julio, ante los temores de que las marchas protestantes provoquen graves disturbios en las calles de la provincia británica.

Robinson y su adjunto en el Ejecutivo de Belfast, el nacionalista y "número dos" del Sinn Féin, Martin McGuinness, habían sido invitados por líderes empresariales brasileños para explorar oportunidades económicas entre ambas partes.

"Creo que la situación es tan grave que sería una imprudencia estar fuera de Irlanda del Norte durante ese periodo", declaró Robinson a la cadena BBC.

A diferencia del líder del Partido Democrático Unionista (DUP), a favor de la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido, McGuinness no se ha pronunciado aún al respecto.

Los desfiles de la Orden de Orange recorren Irlanda del Norte durante todo el verano, pero alcanzan su punto de máxima tensión en torno al 12 de julio, cuando festejan la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne, en 1690.

En los últimos años, el paso de estas marchas por zonas nacionalistas, unido a la prohibición impuesta por la Comisión de Desfiles para que no atraviesen ciertos barrios católicos, ha desembocado en graves enfrentamientos entre jóvenes de ambas comunidades y las fuerzas de seguridad.

Robinson y McGuinness habían sido invitados, entre otros, por los responsables de la compañía brasileña Marfrig, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de carne e integrante del grupo alimentario norirlandés Moy Park, patrocinador del Mundial de Brasil.

Además de la tensión que genera el asunto de los desfiles orangistas en el Gobierno norirlandés de poder compartido entre católicos y protestantes, las partes están ahora también enfrentadas por otras cuestiones que amenazan al proceso de paz en la región.

Esos desacuerdos giran en torno a las banderas que deben ondear en edificios públicos, las zonas por donde pasan los tradicionales desfiles protestantes y el legado de treinta años de un conflicto que causó más de 3.500 muertos, diferencias que han hecho brotar actos de violencia en las calles de la provincia.

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