Mohamed VI dice no piensa subordinar futuro del Sáhara a su evolución en ONU

  • El rey Mohamed VI de Marruecos dijo hoy, en un discurso a la nación con ocasión del 38 aniversario de la Marcha Verde, que su país "no piensa hipotecar el futuro de sus provincias del sur (como se denomina en Marruecos al Sáhara Occidental) a la evolución de la cuestión del Sáhara en el marco de la ONU".

Rabat, 6 nov.- El rey Mohamed VI de Marruecos dijo hoy, en un discurso a la nación con ocasión del 38 aniversario de la Marcha Verde, que su país "no piensa hipotecar el futuro de sus provincias del sur (como se denomina en Marruecos al Sáhara Occidental) a la evolución de la cuestión del Sáhara en el marco de la ONU".

Aunque también dijo que continuará su colaboración con el secretario general de la ONU, su Enviado personal para el Sáhara y "los países amigos", es la primera vez que Marruecos lanza esta especie de advertencia sobre el bloqueo en que se encuentra la cuestión y la incapacidad de la ONU de encontrar una salida.

El discurso del monarca era muy esperado por la reciente crisis entre Marruecos y Argelia precisamente por la cuestión del Sáhara, y si bien Mohamed VI no mencionó al país vecino por su nombre, pronunció varias frases inequívocas y críticas con él.

"Marruecos -dijo el rey- rechaza recibir lecciones, sobre todo de los que atropellan sistemáticamente los derechos humanos; y quien desee poner a prueba a Marruecos, no tiene más que ir a Tinduf (sede del Frente Polisario, en territorio argelino) y observar en las regiones de alrededor los atentados a los derechos humanos más elementales".

Mohamed VI hacía así alusión a la reciente petición del presidente argelino Abdelaziz Buteflika de instaurar un mecanismo de vigilancia de derechos humanos en el Sáhara Occidental, petición que motivó la llamada a consultas del embajador marroquí en Argel el pasado miércoles, aunque el lunes regresó a su puesto discretamente.

No fue esa la única alusión a Argelia: Mohamed VI lamentó "el dinero y las ventajas con que nuestros adversarios (del Frente Polisario, al que jamás cita) tratan de comprar votos y tomas de postura (...) dilapidando así las riquezas y recursos de un pueblo hermano (el argelino) al que esta cuestión no incumbe y que se levanta más bien contra la integración del Magreb".

La reciente crisis con Argelia comenzó con la cuestión del Sáhara pero se agravó el viernes cuando un individuo que se manifestaba en Casablanca ante el Consulado argelino irrumpió en el recinto y arrancó la bandera; ese hecho provocó la indignación de Argelia, que ahora exige una petición de disculpas y ser asociada a una investigación sobre lo sucedido.

El rey lamentó además la popularidad que tienen en bastantes países las tesis independentistas saharauis, y lo atribuyó a que "ciertos estados se conforman con confiar a algunos funcionarios la tarea de seguir la situación en Marruecos, y hay entre ellos los que están influidos por nuestros adversarios y se ocupan de preparar informes erróneos".

También se refirió a un argumento cada vez más utilizado por el independentismo saharaui, como es el aprovechamiento de las riquezas saharauis (sobre todo pesca y fosfatos), y dijo al respecto que, por el contrario, "una parte importante de los recursos y riquezas de las regiones norte y centro de Marruecos se dedica a satisfacer las necesidades de las provincias del sur, como lo confirman los datos económicos de esa región".

La cuestión del Sáhara lleva años bloqueada por la cerrazón de las posturas de Marruecos, que propone únicamente una autonomía para el territorio, y el Polisario, que se niega a cualquier fórmula que no contemple la independencia, y aunque el Enviado especial de la ONU para la región, Christopher Ross, ha anunciado una próxima gira en la región, no hay mucho optimismo sobre sus resultados.

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