Mordidas millonarias, contratos ficticios y 'agentes' saudíes: así se desfalcó Defex

  • El juez denuncia con el cierre de esta investigación una malversación continuada y sin ningún tipo de control en la empresa pública.
Defex
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Primero Angola, después Camerún y ahora Arabia Saudí. La investigación que sigue la Audiencia Nacional por los negocios de venta de material armamentístico de Defex está poniendo de manifiesto la existencia de un 'modus operandi' fraudulento dentro de la empresa pública que se repitió en diversas operaciones y que consistió en la firma de contratos ficticios multimillonarios -de hasta 48 millones de euros en este caso detallado- de los que se desviaron comisiones a empresas que intermediaron en estos acuerdos así como a 'agentes' saudíes que participaron en la operativa y cuya identidad sigue sin conocerse a día de hoy. 

Aunque la causa general arrancó hace cinco años por los negocios de Defex en Angola, el avance de esta investigación ha ido desvelando cómo se produjeron operaciones de similar calado en otros países como Camerún y Arabia Saudí. Precisamente, el magistrado al frente de este macroprocedimiento, José de la Mata, acaba de dar por terminada esta tercera investigación relativa a las irregularidades surgidas en la venta de 11 contratos suscritos entre los años 2005 y 2014 para proveer material armamentístico al gobierno saudí.

De la misma se desprende ya no solo las presuntas ilegalidades en esta operativa concreto sino el "absoluto descontrol" y "la inexistencia de los más elementales y básicos mecanismos de prevención del delito" por el que se ha regido Defex durante los años que ahora están bajo la lupa del instructor. De la Mata no pasa por alto que si este "absoluto desprecio al Derecho resulta inadmisible" en una empresa privada, en este caso se torna "absolutamente insoportable". A juicio del instructor, el descontrol era tal que los directivos no han sido capaces de identificar qué servicios concretos prestaron las empresas que actuaron de intermediarias para cerrar los contratos y tampoco qué personas estaban detrás de las mismas. 

El magistrado reprocha a los principales acusados en este procedimiento -entre ellos Álvaro Cervera, dueño de comisionistas como Defense Development- que se hayan negado a facilitar la identidad de estos funcionarios y de agentes saudíes que se embolsaron cantidades millonarias, pese a que eran conocedores de las mismas a tenor de las comunicaciones mantenidas entre las partes durante las negociaciones. De hecho, la empresa de Cervera y otras como Ike (con domicilio en Riad), Nytel o Meta figuran como las sociedades que suscribieron contratos de asesoría con Defex y que, según el magistrado, han resultado ser "inexistentes". 

Éstas, a su vez, se encargaban de elegir las sociedades saudíes con las que se firmaba el acuerdo en función de si se trataba de suministro de repuestos o de compra de municiones. De manera que el dinero salía de la empresa pública española a dichas sociedades y éstas lo transferían a su vez a los 'agentes' receptores de los sobornos en cuestión, siendo en algunos casos funcionarios o miembros del personal diplomático y del gobierno saudí. "La conclusión es que, en ninguno de los acuerdos que suscribió Defex se aplicó sistema alguno de verificación sobre estas sociedades, ni sobre sus propietarios, ni sobre los contratos que con las mismas se firmaron, ni sobre su ejecución, de ninguna clase", reza el auto del juez.

sociedades defex
Distribución de las comisiones concretas a cada participante de la operación

Hasta 2014 no prohibieron pagar en paraísos fiscales

Y añade, además, que la gran evidencia de que no existían mecanismos para detectar estas irregularidades la ha aportado la propia Defex mediante un escrito entregado al juzgado en febrero de 2017 describiendo el 'modelo de prevención y de una cultura de respeto a la legalidad' dentro de la empresa pública durante los años que son objeto de este procedimiento así como la situación que se encontró la nueva directiva cuando tomó posesión de sus cargos en 2016. A este respecto el juez añade que no solo no se respetaron las mínimas normas de control sino que las auditorías llevadas a cabo en 2014 "arrojaron sorprendentemente como resultado el perfecto cumplimiento de la normativa SEPI en materia de contratación".

Y el contraste "es aún más evidente" cuando se observa que únicamente fue a partir de 2014 -con este procedimiento penal ya abierto- cuando la empresa estableció unos catálogos de control entre los que figuran limitar los poderes a los directivos, crear una comisión de auditoría inexistente hasta ese momento y la prohibición de pagar en paraísos fiscales, zonas 'offshore' o de baja tributación, de acuerdo con el escrito del instructor, que concluye que lo relevante "en todo caso" es que Defex suscribió contratos con agentes anónimos y realizó en su favor pagos multimillonarios, "sin tener la más remota idea de a quién estaba transfiriendo tales fondos y por qué razón".

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