Mucho ruido y muchas nueces

  • El PSOE llegaba con mucho "ruido interno" a su Conferencia Política del fin de semana a cuenta del debate sobre las primarias, con la amenaza de algunos "barones" de forzar al líder a fijar ya un calendario. Por el momento, Rubalcaba se aferra a su estrategia y da largas a los más exigentes.

Eva Santos

Madrid, 9 nov.- El PSOE llegaba con mucho "ruido interno" a su Conferencia Política del fin de semana a cuenta del debate sobre las primarias, con la amenaza de algunos "barones" de forzar al líder a fijar ya un calendario. Por el momento, Rubalcaba se aferra a su estrategia y da largas a los más exigentes.

Hace ya un año que el debate sobre las primarias sobrevuela de manera más o menos engorrosa sobre Alfredo Pérez Rubalcaba; esta semana, además, con el martilleo de las palabras de su amigo Felipe González sobre su liderazgo y los avisos de algunos dirigentes territoriales para forzarle a poner fecha.

Por el momento, Rubalcaba sale de nuevo vencedor del pulso, y en esta ocasión además ha venido a echarle un capote la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, convertida en la verdadera estrella de la Conferencia Política.

Díaz ha reconocido que los socialistas acudían a esta cita con mucho "ruido mediático e interno" y ha hecho un llamamiento a sus compañeros para que no se distraigan en cuestiones internas y se centren en los asuntos que realmente interesan a los ciudadanos.

"Llegamos en un momento difícil, complicado", ha admitido la mandataria andaluza en un duro ejercicio de autocrítica, antes de confesar: "Os digo con sinceridad que no estamos bien. Es evidente que hemos llegado con ruido mediático pero también con ruido interno".

Sea por lo que sea, justamente hoy casi todos los hipotéticos candidatos han evitado alimentar ese ruido, al menos en público, y todos ellos han estado muy comedidos y se han atenido al guión oficial según el cual la Conferencia Política del fin de semana es de vital importancia para el futuro del partido y del país.

Carme Chacón, Eduardo Madina o Patxi López, que ni confirman ni desmienten su interés por fotografiarse en el cartel electoral del PSOE a la Moncloa, han preferido hablar del proyecto político y dejar las "minucias" -en palabras de la ex ministra de Defensa- para más adelante.

Un poco más beligerantes han sido Tomás Gómez, Emiliano García-Page o Guillermo Fernández Vara, que han vuelto a poner el acento en la oportunidad de fijar ya el calendario de primarias para que el futuro contrincante de Mariano Rajoy tenga tiempo de sobra para prepararse.

La dirección del partido, sin embargo, se mantiene en sus trece: será el Comité Federal de diciembre o enero el que apruebe la fecha.

No obstante, y para que no les acusen de obstaculizar las primarias, la Ejecutiva que pilota Rubalcaba ha realizado algunos ofrecimientos que flexibilizarán el proceso, por ejemplo reducir a la mitad el número de avales que tendrán que reunir los aspirantes y poner un tope máximo para que ninguno monopolice las firmas de los militantes.

Antes de la apertura oficial de la Conferencia Política Rubalcaba se ha tomado un café con Susana Díaz, el líder del PSC, Pere Navarro, y el presidente de Asturias, Javier Fernández.

Ha debido servir el desayuno para que Díaz y Navarro limaran asperezas, después de las divisiones de los últimos tiempos por el apoyo del PSC a derecho a decidir, porque en su discurso posterior la presidenta andaluza ha dejado claro que los socialistas necesitan a sus hermanos catalanes para defender el "proyecto común" que es España. "Sois fundamentales", les ha dicho.

Una línea argumental rubricada después por la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, al advertir de que a su partido siempre le ha ido bien cuando ha tenido un proyecto claro para el país, pero pierde apoyos cuando "se desorienta" y actúa sólo a la caza del voto.

Cataluña no estaba dentro del menú de la Conferencia Política pero ha sido uno de los ejes centrales de los discursos en abierto de los dirigentes políticos.

Después, a puerta cerrada, han comenzado los debates con los que los socialistas -junto a 250 representantes de la sociedad civil a quienes también han dado voz y voto en las deliberaciones- quieren diseñar su nuevo ideario político.

Blindar la sanidad y la educación públicas en la Constitución; hacer una reforma fiscal radical que permitiría recaudar hasta 50.000 millones de euros más en cinco años; reformar la ley electoral y la ley de partidos...

Decenas y decenas de propuestas recogidas en casi 400 páginas de una ponencia marco que ha recibido además 12.000 enmiendas. Medidas con las que el PSOE quiere volver a reconocerse y a ser reconocible por los ciudadanos. Mucho ruido... y muchas nueces.

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