Kabul.- Ocho talibanes murieron hoy y otros cuatro resultaron heridos en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, después de que un artefacto explosivo que tenían en su poder se detonara de forma inesperada, informaron fuentes oficiales.
El suceso ocurrió en el interior de una fábrica clandestina que los insurgentes empleaban para la elaboración de bombas en la localidad de Mandozi, en el distrito de Maiwand, dijo a la agencia afgana AIP una fuente provincial sin identificar.
El portavoz del gobernador regional, Zalmay Ayubi, confirmó al medio afgano Pajhwok el número de víctimas y heridos talibanes, aunque no entró en detalles sobre las circunstancias del incidente.
En declaraciones a AIP, un portavoz de los insurgentes, Mohamed Yousaf Ahmadi, desmintió esta información y aseguró que "los talibanes no tienen ninguna fábrica para la fabricación de explosivos en el distrito de Maiwand".
Los talibanes recurren con frecuencia a negar bajas entre sus propias filas para evitar el desánimo entre los sectores que simpatizan con su causa.
Las minas y las bombas camineras de fabricación casera son algunos de los métodos más utilizados por los insurgentes para hostigar a las tropas internacionales desplegadas en Afganistán, aunque suelen causar bajas entre la población civil.
Un total de 1.500 civiles murieron en el conflicto afgano en el primer semestre de 2011, según un informe de la misión de la ONU en Afganistán.
De acuerdo con ese informe, los atentados suicidas y las bombas camineras fueron los responsables del mayor número de víctimas, con el 49 por ciento del total.
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