Tres muertos y más de 250 detenidos en México en las protestas por el 'gasolinazo'

Las manifestaciones por la subida del precio del combustible, de entre un 14 y un 20 por ciento, dependiendo del tipo, están sembrando el caos en varios estados mexicanos. Disturbios, saqueos, enfrentamientos y desabastecimientos son algunas de las circunstancias con las que conviven a diario los mexicanos. 

El incidente más grave se ha registrado en el barrio capitalino de Tocubaya, donde un agente de Policía fue atropellado por una camioneta cuando intentaba impedir que sus ocupantes robaran la gasolina de una estación de servicio.

La petrolera estatal PEMEX ha denunciado bloqueos en las carreteras y calles que dan acceso a las terminales de almacenamiento del combustible y ha alertado de que ello podría desencadenar una crisis de desabastecimiento y agravar el problema.Captan en #Video a #Policías del #EdoMex metiendo mercancía a sus patrullas en los #Saqueos a #BodegaAurrera #Protestas #Gasolinazo pic.twitter.com/T96kCrwAVp— EL INFORMANTE (@ElInformanteMX) 5 de enero de 2017

"En Chihuahua la terminal sigue cerrada y en Baja California empieza el problema de abastecimiento, comienzan algunas gasolineras a tener un nivel critico de combustible", ha dicho el director general de PEMEX, José Antonio González, en una entrevista a una emisora mexicana.Saqueos que están provocando desabastecimiento de productos básicos

El otro frente se sitúa en los comercios. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) ha informado de que unos 170 locales comerciales han tenido que cerrar, mientras que cerca de 80 fueron asaltados y en otros muchos hubo problemas para hacer llegar la mercancía y los productos para su venta.

Cientos de personas enfurecidas y que no respetan nada destrozan los locales para acceder a su interior y llevarse todo lo que pueden abarcar. El resultado es el de locales asolados y vacíos, donde sólo quedan restos de una violencia desmedida. Capitalinos salen a las calles de la Ciudad de México para protestar en contra del "Gasolinazo" y pedir la renuncia de Enrique Peña Nieto. pic.twitter.com/ywIPYoueQR— Andrés Dominguez (@andresreportero) 1 de enero de 2017

Ciudad de México ha sido uno de los lugares en los que los enfrentamientos han sido más violentos por el llamado 'gasolinazo'. Solo en la capital hay 76 detenidos por los 30 saqueos registrados en las últimas horas, según datos proporcionados por el alcalde, Miguel Ángel Mancera.

El subsecretario de Gobernación, René Juárez, ha informado en rueda de prensa de que, en total, más de 250 personas han sido detenidas en Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo, los lugares más afectados por los disturbios.Reacciones políticas

Juárez ha querido desligar estos hechos de las protestas contra el Gobierno. "Se trata de actos al margen de la ley que nada tienen que ver con una manifestación pacífica", ha afirmado. "Hacemos un firme llamado a evitar actos de vandalismo que a nadie benefician", ha pedido.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, ha ofrecido a las autoridades municipales el apoyo del Ejecutivo federal para hacer frente a esta crisis. "Las libertades de expresión y manifestación deben ejercerse con respeto a la ley y a los derechos", ha escrito en Twitter.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se ha mostrado consciente "del enojo y la molestia" causados por el 'gasolinazo' y ha confesado que "es una medida que nadie hubiera querido tomar", pero ha defendido que era necesaria "para seguir adelante" con el ajuste económico.

Además, ha aclarado que esta subida tarifaria "no es resultado de la reforma energética", sino que "refleja el aumento en los precios internacionales de la gasolina". "Es una medida responsable y consistente en lo que he decidido que es una prioridad de nuestro Gobierno", ha sostenido.El 'gasolinazo'

Los problemas vienen por la decisión del Gobierno de subir el precio del combustible desde el 1 de enero. Hasta ahora la empresa estatal PEMEX tenía el monopolio de la venta del combustible en el país pero la gestión no era rentable. 

En los últimos años el gobierno se había visto obligado a comprar petroleo para procesar  a otros países como Estados Unidos para poder así satisfacer la demanda interna. Además, otorgaba millones en ayudas para mantener un precio bajo del combustible para los ciudadanos. 

Por eso decidió actualizar la situación y eso suponía abrir el mercado a la competencia y dejar de subvencionar el precio en los surtidores. Según sus cálculos, actualizar el precio suponía una subida del 20%, ese es, aseguran, el precio real. Esta es, además, la primera de una serie de subidas, ya que según el plan propuestos en unos meses se producirá un nuevo ajuste de precios teniendo en cuenta los precios del mercado.