Murcia. Rajoy zanja la controversia y se queda "con lo positivo" tras la agresión


El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, trató hoy de frenar la controversia política suscitada a raíz de la brutal agresión en Murcia al consejero de Cultura y afirmó que prefiere quedarse "con lo positivo", como la "entereza" de la víctima, que ya ha salido del hospital, o que el Ministerio del Interior ha aprobado un plan de seguridad "aunque tarde".
Rajoy hizo estas declaraciones en rueda de prensa a su llegada al Senado, donde acudió para participar en una reunión del Grupo Parlamentario Popular, la primera que se celebra en este año 2011 con motivo del Pleno extraordinario convocado para este martes.
El líder del PP intentó extraer una lección positiva de lo ocurrido a pesar de la agresión del sábado al consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, que necesitó ser operado de urgencia en el hospital ante la gravedad de las heridas que le provocaron tres personas en una paliza a la puerta de su casa.
"Me quedo con lo positivo", dijo. "Me quedo con la entereza y la categoría de esta persona, me quedo con la condena de todo el mundo, me quedo con la reacción de los afiliados del PP de Murcia, me quedo con la mayoría de los murcianos que deploran lo ocurrido".
Rajoy recalcó que el delegado del Gobierno en Murcia "no ha estado a la altura de las circunstancias", aunque en esta ocasión no reclamó de forma expresa su dimisión.
A pesar de la lectura que ha hecho la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, de que se trata de un ataque contra una persona de este sector, Rajoy negó la mayor y sentenció con rotundiad que "es bastante evidente el ataque contra una persona por ser militante del PP".
No obstante, agradeció el modo en que la ministra se ha comportado en este caso e incluso juzgó "muy bien" su actitud por haber condenado desde el principio los acontecimientos, haber llamado al consejero para solidarizarse con él y rechazar el ataque.
Rajoy, que no quiso entrar en más polémicas, recordó que el sábado telefoneó a Zapatero para transmitirle su "preocupación e indignación" por la agresión y poco después recibió una llamada de Rubalcaba en la que le comunicó que aprobaría un plan de seguridad para proteger a los cargos del PP murciano.

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