Netanyahu, candidato único a la cabeza del Likud en un intento de afianzar su autoridad

  • El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emprendió una batalla, ganada de antemano, como único candidato a las primarias de su partido de derecha, el Likud, un voto que consolidará su autoridad política.

El dirigente israelí, al frente del Estado hebreo desde 2009, y del Likud desde 2005, provocó primarias anticipadas previstas el 23 de febrero, menos de un año después de las legislativas de marzo de 2015.

Numerosos analistas califican esta decisión de maniobra política para apartar a sus rivales de cara a las elecciones legislativas de 2019.

Sus opositores denuncian una campaña inútil y costosa (cuatro millones de séqueles, un millón de dólares), destinada a asentar su poder político.

"Se aseguró de que fuese el único candidato", estima Gayil Talshir, profesor de ciencias políticas de la universidad hebraica de Jerusalén.

"Quería asegurarse de que fuese el único, de ser el jefe del Likud antes de las próximas elecciones", añadió.

En el sistema electoral proporcional israelí, los jefes de filas de los partidos representados en la Knesset (Parlamento) son los candidatos automáticos al cargo de primer ministro.

Netanyahu, de 66 años, es el líder absoluto de la derecha israelí. Logró apartar a todos sus rivales y acumula los cargos de ministro de Relaciones Exteriores, de Economía y de Interior, además del de primer ministro.

En diciembre, con motivo de las elecciones al comité central del Likud, logró adelantar las primarias, dejando muy poco tiempo a sus rivales para organizar una campaña.

El domingo, fecha tope para la presentación de candidaturas, confirmó que era el único candidato.

"Es una de las formas más ridículas de gastar cuatro millones de séqueles procedentes de las arcas del Estado", escribió el columnista Ben Caspit en el periódico Maariv.

Muchos analistas estiman que Netanyahu se empeña en celebrar primarias para que su legitimidad no se pueda poner en entredicho.

"Si no es elegido, en dos años, sus opositores podrán decir: 'Usted ha sido nombrado, no electo, debemos celebrar primarias'", afirma Shmuel Sandler, profesor de ciencias políticas de la universidad de Bar-Ilan.

Ben Caspit y otros analistas estiman que los votantes deberían al menos estar autorizados a especificar en las papeletas si están "a favor" o en "contra" de Netanyahu, en vez de verse obligados a utilizar las en blanco para expresar su oposición.

Algunos detractores del jefe del gobierno lo tachan incluso de dictador en ciernes.

Los sondeos no son muy favorables a Netanyahu, que suscita sólo un 32% de opiniones satisfactorias entre los israelíes.

La opinión pública le critica su incapacidad a poner fin a una oleada de ataques palestinos, en particular con arma blanca, desde el comienzo de octubre.

Su esposa, Sara, está siendo interrogada en una investigación policial. Se sospecha que el matrimonio habría utilizado fondos públicos para realizar compras y reparaciones en su domicilio.

El Likud domina la política, muy por delante de sus rivales de izquierda de la Unión Sionista, según los analistas, que insisten en la estatura de Netanyahu a nivel nacional.

mjs-dms/lal/hj/erl/ra

Mostrar comentarios