Ni Hollande, ni Sarkozy: Ambos dudan si presentarse a las elecciones de 2017

"La cuestión de mi candidatura o no candidatura no es una cuestión automática, en los próximos meses os daremos una respuesta". Estas son las palabras de Nicolas Sarkozy durante una entrevista concida a la revista francesa 'Sept a huit' el pasado domingo. Con estas palabras deja en el aire la, ya dada por hecha, candidatura del ex presidente galo a los próximos comicios presidenciales de 2017.

Sarkozy ha supedita su continuidad a las encuestas en las que, de momento, no cuenta con una popularidad alta. "No iré (a las elecciones) si es inútil", explicó, dejando la puerta abierta a renunciar a ser aspirante a reconquistar el palacio del Eliseo.

Los republicanos podrían quedarse sin el líder que, hasta ahora, abandera la formación. Y algo parecido es lo que podría sucederle a los socialistas con un François Hollande completamente hundido en los sondeos de popularidad. El entorno del actual presidente aseguraba este lunes a 'Le Figaro' que Hollande también podría renunciar a la candidatura si, durante el próximo año, no se viera capaz de llegar a competir en la segunda vuelta de los comicios arrollado por el impulso del Frente Nacional."Hará todo los posible por presentarse"

El rotativo francés cita a una fuente cercana al presidente que aseguraba que "es obvio que hará todo lo posible para presentarse", pero si Hollande no logra alcanzar el éxito con su gran reforma laboral renunciaría a revalidar su cargo.

El presidente ha emprendido una campaña de renovación en la legislación laboral que esperan reduzca las tasas de desempleo considerablemente. La fuente citada por Figaro supedita el descenso del paro a la continuidad de Hollande, si fracasara esta política se hundiría el proyecto político del líder socialista.

El recambio del presidente se antoja fácil siendo el primer ministro Manuel Valls el que se encargara de encarara la campaña. Aunque también suenan otros nombres como el de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Sin embargo el embrollo republicano dificulta las especulaciones de los futuribles aspirantes al Eliseo, en una estrategia de Sarkozy que, posiblemente, se quede sólo en la insinuación que hizo en televisión.