Nueve muertos en Afganistán en primer atentado talibán tras sucesión del mulá Omar

  • Los insurgentes talibanes continuaron este jueves su ofensiva contra las fuerzas de seguridad afganas con varios atentados suicidas en los que murieron nueve personas, primera ofensiva de envergadura desde el anuncio de la muerte del mulá Omar, su jefe histórico.

En el primer atentado, un kamikaze hizo estallar su camión delante de un puesto policial de Pul-e Alam, capital de la provincia de Logar, a una centena de kilómetros al sur de Kabul, indicó el gobernador de la provincia de Logar.

"La explosión fue tan potente que tres edificios cercanos sufrieron fuertes daños", dijo a la AFP Mohamad Qari Wara, subjefe de la policía provincial, que precisó que murieron tres soldados y tres civiles.

En la provincia de Kandahar (sur), los talibanes atacaron un puesto de control de la policía y una comisaría, provocando intercambios de disparos en los que murieron tres miembros de las fuerzas de seguridad locales, incluido un responsable de inteligencia.

Esta serie de atentados muestra que la voluntad de combate de los talibanes no ha sido mellada por las divisiones internas del movimiento tras el nombramiento de Ajtar Mansur como mulá, a raíz de la muerte del mulá Omar.

Un sector de los talibanes, dirigido por los familiares del mulá Omar, no reconoce el liderazgo de Mansur por su cercanía con Pakistán, al que atribuye el inicio de negociaciones de paz con el gobierno afgano.

Las fuerzas de seguridad afganas tienen que afrontar solas la rebelión, después de que las tropas de la OTAN salieran del país el pasado diciembre. Sobre el terreno, eso se traduce en una potencia de fuego reducida y un equipamiento a menudo en mal estado.

Como trágica ilustración de estas deficiencias, 17 personas, incluidos dos soldados, murieron este jueves en el sur del país, al caer el helicóptero militar en el que viajaban a causa de un "problema técnico", según las autoridades.

Los talibanes, que reivindicaron los tres ataques del jueves, aseguraron que 100 personas murieron en el de Pul-e Alam.

Aunque suelen exagerar el número de víctimas de sus atentados contra las fuerzas de seguridad afganas, los talibanes no acostumbran a reivindicar los ataques que causan muchas víctimas civiles.

En este caso, un portavoz del grupo, Zabiullah Mujahid, reconoció que "algunos civiles podrían haber resultado heridos (en Pul-e Alam) por unos vidrios rotos".

Las víctimas civiles en Afganistán batieron un récord en la primera mitad de 2015, según un informe publicado por la ONU el miércoles.

Al menos 1.592 civiles murieron, un 6% menos que en el mismo periodo de 2014, pero el número de heridos subió un 4% hasta alcanzar la cifra de 3.329.

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