La Paz, 23 ene.- El nuevo ministro boliviano de Gobierno (Interior), Hugo Moldiz, anticipó hoy que en su gestión serán prioritarios la "lucha frontal contra el narcotráfico" y el diseño de un "modelo regional" en ese ámbito.
Moldiz, que asumió hoy el cargo en sustitución del saliente titular de Gobierno, Jorge Pérez, dijo a los periodistas que su compromiso es "una lucha frontal contra el narcotráfico" y "consolidar la nacionalización de la lucha" contra ese delito.
Según el ministro, el país "está en condiciones de proponer a la región un modelo regional de lucha contra el narcotráfico que parta de la capacidad de autodeterminación y la soberanía de nuestros gobiernos y nuestros Estados", aseveró.
Bolivia es, junto a Perú y Colombia, uno de los tres principales productores mundiales de hoja de coca, planta que en el país andino tiene usos culturales y medicinales, pero que también es desviada al narcotráfico para la producción de su derivado ilegal, la cocaína.
El presidente boliviano, Evo Morales, expulsó en 2008 de Bolivia al Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) bajo la acusación de que esa agencia conspiraba contra su Gobierno.
Desde entonces, el Ejecutivo boliviano ha reiterado que ahora aplica sus propias políticas antinarcóticos sin injerencias y que ha logrado mejores resultados en la lucha contra el narcotráfico sin la presencia de la DEA.
Según datos oficiales avalados por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), Bolivia decomisó en 2014 un total de 18,2 toneladas de pasta base de cocaína, 4,08 toneladas de clorhidrato de cocaína y unas 173 toneladas de marihuana.
Por otro lado, el nuevo ministro destacó el "gran trabajo" de sus antecesores en el cargo y apostó por la continuidad, ya que, recordó, "este no es un nuevo Gobierno, es un nuevo mandato".
Otros asuntos en los que Moldiz centrará su gestión serán la conflictividad social y la seguridad ciudadana.
"En materia de seguridad ciudadana (hay que) ajustar el plan que se ha venido aplicando de manera que la propia población pueda involucrarse desde el rol que le corresponde para poder combatir el crimen", agregó.
Precisó, en este sentido, que en Bolivia no puede hablarse de crimen organizado, "pero sí de delincuencia que necesita ser atacada desde sus causas estructurales".
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