Nuevo varapalo al Gobierno islamista marroquí tras las criticas de Mohamed VI

  • El Ejecutivo islamista de Marruecos, que atraviesa desde hace meses una crisis interna, ha vuelto a sufrir un varapalo político debido a las críticas directas del rey Mohamed VI a su sistema educativo.

Fátima Zohra Bouaziz y Marta Miera

Rabat, 23 ago.- El Ejecutivo islamista de Marruecos, que atraviesa desde hace meses una crisis interna, ha vuelto a sufrir un varapalo político debido a las críticas directas del rey Mohamed VI a su sistema educativo.

Desde el pasado martes, día del discurso que el monarca alauí ofreció con motivo de la "Fiesta del Rey y del Pueblo" y en el que mostró su completo desacuerdo con el programa educativo del Gobierno, la prensa nacional llena sus portadas con titulares que no auguran nada bueno al escenario político marroquí.

"Primicias de una gran crisis entre el Palacio y (Abdelilah) Benkirán (presidente del Gobierno) antes del comienzo del curso político", afirma hoy en portada el diario en árabe "Ajbar Al Yaum", mientras que el periódico en francés "Le Soir" abrió su edición de ayer con un titular contundente: "La bofetada".

Y, efectivamente, las "advertencias" del monarca suponen una bofetada para el Ejecutivo de Benkirán, sumido desde hace tres meses en una crisis interna después de que cinco de los ministros del Partido Istiqlal (PI), hasta ahora segunda fuerza política, presentasen su dimisión.

Algunos observadores destacan que desde que el Partido Justicia y Desarrollo (PJD) llegó al poder hace veinte meses las desavenencias entre el entorno del Palacio y el Gobierno han sido palpables y el discurso del pasado martes de Mohamed VI no hizo más que hacerlas patentes.

"El Gobierno actual tenía que haber capitalizado las experiencias acumuladas en el sector de la educación y la formación", lamentó en su alocución el monarca, quien apuntó que "no es razonable que llegue un nuevo Gobierno con un nuevo plan cada cinco años ignorando los programas precedentes".

El politólogo Mohamed Madani cree que el discurso muestra la "cohabitación atípica" entre el rey, "que tiene un programa político económico y social del que habla abiertamente y que quiere llevar a cabo", y un Ejecutivo que "desea aplicar su propio programa inspirándose en el real".

Esta "cohabitación atípica" ha quedado reflejada a lo largo de este año y medio de Gobierno islamista en varios episodios, como el que se produjo en 2012 cuando en dos ocasiones Benkirán se quejó del entorno real y posteriormente se vio obligado a pedir disculpas públicamente.

Para el politólogo Abderrahim Manar Slimi, "el discurso tendrá un impacto sobre la reestructuración del nuevo Ejecutivo" porque las críticas del monarca "se pueden generalizar a todas las acciones del Gobierno y no solo las que conciernen a la educación".

Tengan o no consecuencias las palabras del rey en la reestructuración de la nueva coalición gobernante, en lo que sí que coinciden varios analistas es en que algo ha cambiado en Marruecos: los discursos del monarca son ampliamente cuestionados por la sociedad civil y los partidos políticos.

"Si el rey merece el respeto que le otorga la Constitución, esto no impide reaccionar a sus propósitos, ya que la palabra del jefe de Estado no es el Corán", declaró horas después del discurso el parlamentario del PJD Abdelaziz Aftati, quien mostró su sorpresa por las "duras críticas" del monarca.

Más allá de las críticas, tras la alocución del martes el rey pasó rápidamente a los actos y nombró a Omar Azziman, hasta ahora uno de sus consejero reales, presidente del Consejo Superior de Enseñanza y a Nizar Baraka, ministro saliente de Economía y Finanzas, presidente del Consejo Económico y Social (órgano consultivo).

En el ámbito económico, los analistas critican al Ejecutivo por su mala gestión en materia económica y su demora para formar una nueva coalición gobernante, que está perjudicando varias políticas públicas, concretamente la preparación, ya con retraso, de los Presupuestos de 2014.

"Lo que está claro es que el comienzo del curso gubernamental en el plano político, económico y social será tenso", pronostica el politólogo Madani.

Mostrar comentarios