Obama advierte a líder republicano que no negociará sobre el techo de deuda

Washington, 20 sep.- El presidente de EE.UU, Barack Obama, telefoneó hoy al líder de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para advertirle que no negociará para aumentar el techo de la deuda, pese a la posibilidad de que la falta de acuerdo lleve al país a una suspensión de pagos.

"El presidente telefoneó a Boehner y le reiteró que la fe y el crédito de Estados Unidos no debe y no estará sujeto a negociación", dijo un funcionario de la Casa Blanca en declaraciones a la revista Politico.

"El presidente reiteró que es responsabilidad constitucional del Congreso de EE.UU. aprobar el presupuesto del país y pagar sus facturas", agregó la fuente.

El Congreso de EE.UU. no consigue llegar a un consenso sobre un aumento del techo de la deuda nacional, ahora de 16,7 billones de dólares, que será alcanzado a mediados de octubre.

Los republicanos han anunciado que no votarán a favor de un aumento del tope de la deuda a menos que la Casa Blanca acceda a drásticos recortes presupuestarios, algo que podría volver a poner al país al borde de la suspensión de pagos.

Boehner se mostró "decepcionado" ante las palabras de Obama, según un comunicado emitido por su oficina.

"Dado el larga historial de usar aumentos del límite de la deuda para lograr una reducción bipartidista del déficit y reformas económicas, el presidente (de la Cámara Baja) se mostró decepcionado pero dijo al presidente (Obama) que las dos cámaras del Congreso trazarán un camino" para resolver el problema, afirmó el comunicado.

La llamada de Obama se produjo a su vuelta de un viaje a Misuri en el que se mostró muy crítico con los republicanos respecto al otro gran frente fiscal abierto en el Congreso, una batalla presupuestaria que podría llevar al cierre temporal del Gobierno federal por falta de fondos a partir del 1 de octubre.

La Cámara de Representantes aprobó hoy una propuesta de ley para financiar las agencias federales hasta fin de año pero excluyendo los fondos necesarios para la reforma sanitaria impulsada por Obama, una medida que probablemente fracasará en el Senado, de mayoría demócrata.