Ofensiva del régimen sirio en Damasco mientras que EEUU y Rusia negocian cómo evitar incidentes

  • Las fuerzas del régimen sirio lanzaron este miércoles una gran operación para echar a los rebeldes de Damasco y alrededores, mientras Estados Unidos y Rusia se disponen a mantener contactos para evitar incidentes entre sus aviones en cielo sirio.

El espacio aéreo sirio está cada vez más congestionado con las intervenciones de la aviación del gobierno, de la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos y ahora de los aviones rusos.

El miedo es que haya un incidente, y de hecho, el sábado, "aviones rusos se encontraron a una distancia visual de aviones de la coalición" encabezada por Washington, indicó el coronel Steve Warren, portavoz del Pentágono.

El secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, dijo que el objetivo de las conversaciones por videoconferencia es garantizar que Moscú se pliega a "unos procedimientos básicos de seguridad" en Siria.

"Aunque discrepemos sobre la política respecto a Siria, deberíamos ser capaces al menos de ponernos de acuerdo en garantizar que nuestros pilotos estén lo más seguros posible", dijo Carter en Boston.

El ministro alemán de Exteriores Frank-Walter Steinmeier se pronunció y pidió a ambas partes que eviten convertir sus respectivas intervenciones en "un conflicto entre Estados Unidos y Rusia".

Moscú insiste en que su objetivo es el grupo Estado Islámico. Este miércoles, el ministerio ruso de Defensa dijo que sus aviones golpearon 40 objetivos del EI en cinco provincias sirias en las últimas 24 horas.

Pero Washington y sus aliados, que bombardean a este grupo en Siria como en Irak, acusan a los rusos de estar atacando sobre todo a otros grupos rebeldes, apoyados por Occidente, con el objetivo de fortalecer la posición de su aliado el presidente Bashar al Asad.

A pesar de los contactos entre mandos militares para evitar accidentes, Rusia dijo que Estados Unidos se negó a acoger en Washington a una delegación suya de alto nivel y a enviar a un equipo a Moscú para mantener conversaciones más amplias sobre el conflicto sirio.

"Nos dijeron que no pueden enviar una delegación a Moscú y que tampoco pueden acoger a una delegación en Washington", dijo el canciller ruso Serguei Lavrov al Parlamento.

Sobre el terreno, el ejército sirio avanzaba este miércoles en Jobar, un barrio del este de Damasco, gracias a intensos bombardeos contra los rebeldes que rodean gran parte de la capital, indicó a la AFP una fuente militar siria.

Las fuerzas sirias llevaron a cabo en la zona "operaciones limitadas pero precisas y eficaces contra los centros y las líneas de defensa que utilizan los grupos armados para vigilar el resto de la capital", explicó la fuente.

El barrio es estratégico, porque del lado oeste se encuentra junto a la plaza de los Abasidas, que da acceso al centro de Damasco. Por el otro lado, el mismo barrio linda con la Ghuta oriental, una región agrícola al este de Damasco donde la mayoría de las localidades están en manos rebeldes.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la aviación efectuó al menos ocho ataques en Jobar, e igualmente hubo combaties en tierra.

Igualmente hubo bombardeos aéreos y de la artillería contra varias localidades rebeldes alrededor de Damasco. Dos niños murieron en Duma, al noreste de la capital, según el OSDH.

En otro frente, al norte de Alepo, los yihadistas del Estado Islámico avanzaron hacia dos localidades, Ahras y Tal Jabin. Bloquearon una carretera vital para el abastecimiento de otros rebeldes de la zona, y que conecta la antigua capital económica del país con la frontera turca.

Según el OSDH, en la batalla murieron 13 miembros del EI y siete miembros de otros grupos rebeldes.

Por su lado, Turquía convocó a los embajadores de Estados Unidos y de Rusia para advertirles contra cualquier apoyo a los combatientes kurdosirios.

Turquía considera al Partido de la Unión Democrática (PYD, kurdosirio) como el "hermano" del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), en rebelión armada contra Ankara desde el año 1984.

El lunes, el Departamento de Defensa estadounidense anunció que había suministrado armas a las milicias del PYD que combaten al Estado Islámico en el norte de Siria.

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