ONGs mexicanas piden a Guatemala garantizar condiciones dignas a desplazados

  • Las familias guatemaltecas que regresaron la semana pasada a su país luego de estar más de un año y medio refugiados en México "continúan en condiciones críticas" sin acceso a servicios básicos como vivienda y agua, denunció hoy un grupo de ONGs mexicanas.

México, 6 mar.- Las familias guatemaltecas que regresaron la semana pasada a su país luego de estar más de un año y medio refugiados en México "continúan en condiciones críticas" sin acceso a servicios básicos como vivienda y agua, denunció hoy un grupo de ONGs mexicanas.

Una misión civil integrada por 10 organizaciones de derechos humanos y que acompañó la repatriación de 140 guatemaltecos de la comunidad de Nueva Esperanza pidió en un comunicado al Gobierno de Guatemala "garantizar condiciones de vida digna" a los desplazados.

Al llegar el 28 de febrero pasado al lugar del departamento del Petén donde el grupo sería reubicado, a la misión le "preocupó observar las condiciones en las que las y los desplazados pasarían esa noche y las siguientes".

"Sin techo, sin suelo, sin lugar donde dormir, sin trazo" y sin agua y alimentos, afirmó la misión, que destacó que ello "incumple las obligaciones de los Gobiernos en casos de reasentamiento y de reinstalación", más aún considerando que la mayoría son menores.

Las ONGs consideraron "urgente" que Guatemala brinde a esa población "condiciones que les permitan establecerse con dignidad y salvaguardando el derecho a la salud, a la vivienda y a la vida de manera inmediata" y destacaron que seguirán atentas a su situación.

El retorno al país y reubicación en la finca renombrada como "El triunfo de la nueva Esperanza", ubicada en el Petén, cerca de la capital de ese departamento guatemalteco, ocurrió después de que las familias desalojadas por el Ejército en agosto de 2011 llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Guatemala.

Guatemala argumentó en su momento que el objetivo del desalojo era recuperar áreas de la comunidad Nueva Esperanza, ubicada en una reserva natural protegida en el Petén, que estaban en poder del narcotráfico.

El traslado de los desplazados desde la comunidad de Nuevo Progreso, en el estado de Tabasco, hasta el Petén se llevó a cabo en autobuses, respetando el principio de unidad familiar y bajo la supervisión de la misión civil.

Las organizaciones mexicanas, entre ellas el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y La 72, destacaron el triunfo del grupo de desplazados, "que decidió permanecer junto, como pueblo, aun en condiciones críticas", pero deploraron la actuación de los Gobiernos de ambas naciones en este caso.

México "incumplió obligaciones de asistencia humanitaria" e incluso deportó a varios de los desplazados "con la engañosa figura de repatriación voluntaria" cuando estaba en curso una negociación, mientras que Guatemala no adoptó las medidas para garantizar la atención inmediata de la población desplazada, señalaron.

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