Operación Kamén: Libertad de mentira para atrapar a fugitivos del comunismo

  • Un paso fronterizo con soldados y una bandera de Estados Unidos: una visión de libertad para muchos checoslovacos que trataban de escapar del régimen comunista y que fueron víctimas de un retorcido montaje para capturarles justo cuando creían que estaban abandonando el país.

Gustavo Monge

Praga, 31 ago.- Un paso fronterizo con soldados y una bandera de Estados Unidos: una visión de libertad para muchos checoslovacos que trataban de escapar del régimen comunista y que fueron víctimas de un retorcido montaje para capturarles justo cuando creían que estaban abandonando el país.

Más de 60 años después, la Justicia checa quiere llevar a los tribunales a los responsables de lo que fue conocida como "Operación Kamén" (Piedra).

Aquel dispositivo consistió en hacer creer a los fugitivos que ya estaban en territorio extranjero, recreando con todo detalle un puesto fronterizo estadounidense, incluida la bandera de las barras y las estrellas, el whisky y un retrato del presidente de Estados Unidos.

"No sabemos con exactitud dónde fue, pero lo situamos junto a Cheb o Vseruby", dos localidades fronterizas con Alemania, entonces ocupadas por los Aliados que derrotaron al nazismo, explica a Efe Jan Srb, portavoz de la Oficina de Documentación e Investigación de los Delitos del Comunismo (UDV).

Al llegar a ese sitio virtual, donde todo era un organizado simulacro, los fugitivos se sentían aliviados, perdían su lógicas reservas y empezaban a hablar con libertad de lo que habían dejado atrás y de su lucha en la resistencia.

Muchos de ellos, además de acabar en la cárcel, tuvieron que llevar en la conciencia el peso de haber traicionado, sin siquiera saberlo entonces, a quienes les ayudaron a preparar la huida.

Algunos fugitivos habían hecho el camino a pie por sus propios medios, guiados por su instinto de supervivencia, mientras que otros decidieron ponerse en manos de expertos pasafronteras.

En una de esas vías escapatorias "trabajó como pasafronteras un confidente de la Stb", la policía política, asegura Srb.

Al tomar el poder el líder comunista checoslovaco Klement Gottwald en febrero de 1948, se desató la inquietud entre muchos ciudadanos, que trataron de abandonar el país, aunque tuvieron que hacerlo de manera furtiva, ya que las fronteras se cerraron.

Los que lo consiguieron evitaron al menos las consecuencias de los procesos políticos de los que se calculan fueron víctimas hasta 230.000 checoslovacos en las décadas de los años 40 y 50 del siglo pasado.

El engaño de la Operación Kamén se orquestó en los despachos de la Stb en Praga, y sólo ha salido a la luz casi 70 años después, pero hoy sigue todavía poniendo los pelos de punta por su perversidad.

En realidad, la trama, que se desarrolló entre finales de los 40 y principios de los 50 fue descubierta y denunciada ante la Policía hace tan sólo dos años.

El autor de la denuncia es el historiador checo Igor Lukes, afincado en EE. UU., donde imparte clases en una universidad de Boston.

"Me alegro de la noticia (del proceso contra los responsables de la operación), pero soy escéptico. Hasta la fecha no he visto que este régimen democrático haya sido capaz de actuar con justicia contra aquellos que cometieron delitos", señaló Lukes al diario "Mlada Fronta Dnes".

"Cualquier sociedad debe vigilar para que aquellos que delinquieron sean castigados. Aunque sólo sea simbólicamente", añadió el checo-americano.

La operación fue dirigida desde Praga por un joven oficial de la Stb, Evzen Abrahamovic, que tiene hoy 92 años y que no está en condiciones de comunicarse con la prensa.

La UDV, que investiga los delitos del comunismo, ha confirmado a Efe que finalizará sus pesquisas este año y denunciará a Abrahamovic por sus crímenes, que incluyen el robo de joyas y bienes de los fugitivos.

"El trabajo del órgano policial en esta causa finaliza con la propuesta de denuncia, lo que se supone que ocurrirá al final de este año", precisa Srb.

Este experto añade que el avance del proceso dependerá también del estado de salud de Abrahamovic y de su colaborador, Emil Orovan, los únicos implicados cuyos nombres han salido a la luz.

Según Srb, de los archivos que se conservan de la Stb es imposible determinar el número" de agentes de la policía política que participaron en la farsa.

Lo que sí está claro, es que fueron decenas de personas -no es posible tampoco decir el número exacto- las que fueron guiadas a la trampa.

La Operación "Kámen" no pudo mantenerse en secreto en su momento, y las fuerzas aliadas de la Segunda Guerra Mundial tuvieron noticias de ella, e incluso Washington mandó una nota diplomática a Praga para que dejara de usar sus símbolos nacionales en aquella trampa.

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