Panameño en huelga de hambre pide revisen su caso por golpe fallido a Noriega

  • El exsoldado panameño Evidelio Quiel dijo hoy que está huelga de hambre indefinida en Costa Rica para exigir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una revisión de una condena en su contra por una matanza durante un intento de derrocar al general Manuel Antonio Noriega en 1989.

María José Brenes

San José, 20 ene.- El exsoldado panameño Evidelio Quiel dijo hoy que está huelga de hambre indefinida en Costa Rica para exigir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una revisión de una condena en su contra por una matanza durante un intento de derrocar al general Manuel Antonio Noriega en 1989.

Quiel, quien se encuentra en las afueras de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), con sede en San José, aseguró a Efe que mantendrá su huelga "indefinida y hasta las últimas consecuencias".

El exsoldado tiene el objetivo de que la CIDH, que tiene sede en Washington y que se encarga de elevar demandas a la CorteIDH, valore su situación y ordene una revisión de su condena.

El panameño está instalado con una pequeña tienda de acampar en las afueras de la CorteIDH, con una manta para protegerse del sol y una garrafa con agua.

"Quiero tranquilidad. He pasado 25 años cargando una cruz siendo inocente. Quiero cerrar esos capítulos de mi vida para vivir en paz junto con mi familia", expresó Quiel.

El abogado de Quiel, Luis Ramírez, indicó a Efe que la petición es para que la CIDH, con sede en Washington, abra el análisis del caso.

"Si se logra abrir, que (la CIDH) llame al Gobierno de Panamá para ver si hay conciliación o que se siga un proceso", explicó Ramírez.

El exmilitar, quien inició la huelga de hambre el lunes, fue juzgado en ausencia y condenado en 1993 en Panamá a 20 años de prisión por participar en la llamada "masacre de Albrook", en la cual intentaron derrocar al general Manuel Antonio Noriega en 1989 y en la que murieron nueve militares.

Según informes oficiales, Evidelio Quiel ingresó a Costa Rica el 11 de agosto de 1997 y logró que se le aprobara la residencia para luego desempeñarse como representante de una empresa de sistemas de computación y como vendedor de automóviles.

Actualmente, se encuentra incapacitado por una operación que le realizaron.

En 2005, las autoridades panameñas solicitaron a la justicia costarricense la extradición de Quiel, petición que fue negada casi un año después debido a que no se garantizaba la realización de un nuevo juicio.

Quiel, quien sí aceptó haber combatido durante la invasión estadounidense a Panamá, que se produjo en diciembre de 1989 hasta que Noriega se entregó en enero de 1990, calificó como una "farsa" y una "mentira" que haya sido partícipe material o intelectual de la matanza por la que se le condenó.

El exmilitar aseguró que Panamá violó sus derechos por realizar un juicio sin su presencia y por tratar su extradición.

También alega daños y perjuicios económicos, tras la quiebra de dos empresas, daños y perjuicios familiares y daños a la salud.

"Yo he sido un persona amante de la paz que ha sido perseguido políticamente por los últimos 25 años", expresó Quiel.

Según informó el abogado, pese a reiteradas solicitudes, la CIDH no ha aceptado el caso porque antes el panameño debe agotar las acciones legales internas de su país.

Sin embargo, Ramírez aseguró que Quiel está imposibilitado de visitar su país porque sería encarcelado de inmediato.

"A Evidelio Quiel se le condenó en ausencia, lo que es una violación a la Convención Interamericana de Derechos Humanos porque la ausencia no permite el derecho de defensa que es fundamental para los derechos humanos", aseveró Ramírez.

El abogado añadió que han pedido un juicio presencial, pero no han recibido respuesta del Gobierno de Panamá, ni de la embajada de ese país en Costa Rica para que se le tramite con garantías procesales.

Ramírez dijo que mañana presentará el caso ante la vicepresidenta costarricense, Ana Helena Chacón, para que las autoridades intercedan, y de no recibir respuesta viajará a Washington a la sede de la CIDH.

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