La más endeudada de España

Parla, señalada por la AIReF: la ciudad insolvente de 500 millones 'a deber'

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha estimado que Parla (Madrid), junto con Jaén y Jerez, se encuentra en situación 'critica' puesto que ni en 100 años podría ser sostenible económicamente. 

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Parla, señalada por la AIReF: la ciudad insolvente de 500 millones 'a deber'.
Europa Press

Los vecinos de Parla están acostumbrados a la palabra 'deuda'. Hacen cálculos, de manera teórica, de cuánto tendrán que pagar, en unos años, sus nietos por el dinero que debe el municipio. Un lastre económico que arrastra desde hace años, generado por su incapacidad de pagar los servicios contratados a empresas externas, proveedores, créditos bancarios y, sobre todo, el coste de su tranvía, que recorta a las arcas anuales de la ciudad un total de 13 millones de euros. Además, a esta caja de morosidad se le unen las 'multas' por retraso de pago. Ahora mismo, el endeudamiento por habitante está a 4.570,88 euros por 'cabeza', según informa el portal de transparencia del Ayuntamiento, aunque la deuda general del municipio ronda los 500 millones. Por todo esto, la situación económica es 'critica', tal como ha reflejado la AIReF en el último informe evaluativo sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto de las Corporaciones Locales españolas.

En dicho informe, el organismo de control fiscal estipula que Parla se sitúa en riesgo 'crítico' de sostenibilidad, con una deuda que ronda el 1.134% y con previsión de seguir generando "sueldos negativos sucesivos" que no permiten el retorno de una situación económica normal. Un escenario que se complica aún más puesto que la capacidad de financiación de Parla es de un -19% y el periodo de recuperación no llegará hasta, por lo menos, 100 años. Para concluir dicho tiempo, el órgano de control fiscal estipuló que los municipios en 'riesgo muy alto' (antes que el 'critico') podrían retornar a una ratio de deuda inferior al 75% de sus ingresos corrientes consolidados en un periodo de entre 40 y 100 años. Al tener peor pronóstico, Parla pasará, por lo menos, un siglo sin poder devolver lo que debe. 

Aunque si bien es cierto que los vecinos de Parla viven familiarizados con la situación de su municipio, poco notan, por ahora, la carga fiscal en sus bolsillos y carteras.  Como comenta Beatriz Arceredillo, alcaldesa de Parla en 2014 y actual concejala en el Ayuntamiento de la ciudad con el Grupo Municipal Mover Parla, los parleños tienen otras preocupaciones, "como puede ser el paro", detalla.  Con alrededor de 130.000 habitantes, el perfil socioeconómico de Parla es de "muchas prestaciones", detalla la exalcaldesa. Explica que el perfil es "bajo", con muchos demandantes de rentas mínimas vitales y que, por tanto, la solución no es "subir los impuestos". "La solución debe ir, en todo caso, porque se recorten los servicios o que nos ayuden desde otro lado", explica. El presupuesto aprobado para este año es de 116 millones de euros, de los cuales ya solo 25 millones se recaudan gracias al impuesto del IBI, según refleja el portal de transparencia del Ayuntamiento de Parla. 

"Eso son los ingresos reales de Parla, a través de plusvalías o el IBI y, a la vez, tenemos muchos servicios", prosigue Arceredillo. Argumenta que el gran problema de la deuda estructural que acarrea el municipio es gastar más de lo que se ingresa y comprometerse a pagar con entrada de capital que no hay. "Llevamos desde el año 2010 gastando más de 150 millones y si todo va bien, llegamos a recaudar 70 millones. El año de la pandemia es peor, han sido 60", detalla. Puntualiza que ya solo contratar un servicio de limpieza para la ciudad asciende a 18 millones, "y aún no se han pagado". 

Por lo tanto, a pesar de la deuda que acarrea el proyecto del tranvía de Parla, hay muchas más firmas que se han formalizado que también han acabado en 'saco roto', lo que engorda aún más la morosidad del municipio. Servicios externalizados, proveedores, compromisos de pago y créditos bancarios que Parla debe devolver y que, cuanto más tarda, más se engorda: "Los acreedores reclaman esas deudas judicialmente. El próximo lunes hay un pleno en el que dos empresas reclaman su derecho de demora, que asciende a 600.000 euros". El tranvía de Parla, firmado por el exalcalde socialista Tomás Gómez en 2005, acarrea un lastre de 107 millones de euros con la concesionaria Globalvia, empresa que piensa llevar a los tribunales los impagos del Ayuntamiento. Un problema que, en opinión de la tercera teniente alcalde de Parla, Ana S. Valera, es el "principal problema de la deuda estructural" de la ciudad, en el  que tiene mucho que ver la "nula implicación de la Comunidad de Madrid" por no financiarlo. "Seguimos esperando una reunión con Ayuso, y no ha habido pronunciamiento", detalla. 

En cuanto al informe de la AIReF y los indicadores fiscales analizados, la concejal del Ayuntamiento matiza que el tranvía no entra dentro del informe del órgano de control fiscal puesto que se trata de un compromiso de pago comercial en el que "no hay un compromiso bancario efectivo". En el contrato del tranvía se estipula un coste del funcionamiento del tranvía y la inversión para la infraestructura, que ascendió una vez se empezaron las obras por necesidades derivadas y alternativas que hubo que implantar. Aún así, el lastre del tranvía sí ha influido, por supuesto, en la capacidad de pago del Ayuntamiento. "Es muy difícil que lleguemos a un escenario de sostenibilidad financiera. Tendríamos que empezar a ingresar 200 millones y dar un 'pelotazo' con el PAU-5", concluye Arceredillo.

El "milagro" del PAU-5

El PSOE ha sido el partido predominante en el municipio del sur de la CAM desde 1979, a excepción del período de 2015 a 2019, cuando gobernó el PP de Luís Martínez Hervás. Desde 2019 ha tomado el mando el alcalde socialista Ramón Jurado, cuyo equipo se ha puesto manos a la obra en intentar lograr, por lo menos, el ajuste de cuentas. El Ayuntamiento ha conseguido aprobar unos presupuestos que llevaban prorrogados desde 2010. Además, ha mejorado la recaudación ejecutiva de sus impuestos, ha establecido un convenio con la Federación Española de Municipios y se ha aprobado el proyecto (o milagro para muchos parleños) PAU-5 , una plan de desarrollo industrial que nace con la idea de atraer inversión empresarial a la región. 

"Es lo que va a dar oxígeno a la ciudad", afirma Ana S. Valera. La tercera teniente de alcalde del municipio afirma que el Ayuntamiento sigue trabajando en "diferentes frentes" para solventar la situación. El primer requisito ha sido no subir impuestos sino "ajustar a la realidad gastos e ingresos" además de adaptarse a la situación de la pandemia. Valera detalla que han facilitado el pago del IBI y el retraso del periodo de cobro, además de mejorar la recaudación a los más pudientes a través del Convenio de la Federación de Municipios.  "Los parleños se merecen más. No son ciudadanos de segunda" concluye, haciendo un guiño a la Comunidad de Madrid y esperando un milagro. Ya sea por el PAU-5, por arreglos con Hacienda o por abrir más conversaciones con Isabel Díaz Ayuso. 

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