Paro. El psoe subraya que el propio rajoy prevé más desempleo en 2015 que cuando llegó al poder

El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, subrayó hoy que, pese al dato de paro de abril, el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prevé que en 2015 el desempleo será dos puntos superior a cuando llegó al poder, un pronóstico empeorado por la UE.
En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, López felicitó a las personas que han encontrado un empleo y, aunque comentó que no quería ser como la actual vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando en la oposición decía que decir que en abril baja el paro es como decir que los días son más largos, dejó caer que la mejora puede ser estacional.
"Ojalá esto se consolidara y el dato de paro no sea una enmienda a la EPA y la mejora no vuelva a ser estacional", añadió, para a continuación indicar que las previsiones enviadas por el Gobierno a la Comisión Europea, luego empeoradas por ésta, vaticinan dos puntos más de paro en 2015 que en 2011.
También sugirió que, en parte, el descenso del desempleo se debe a que "está cayendo la población activa y está saliendo mucha gente de este país".
El número tres del PSOE deslindó la mejora del paro de la reforma laboral, que insistió que los socialistas derogarán si llegan al Gobierno para volver a la anterior.
En su opinión, la aprobada por el Ejecutivo actual abarata y fomenta el despido en tiempos de recesión, y crea empleo débil, precario y con salarios más bajos en tiempos de pequeña recuperación, como el presente.
López contradijo a Rajoy en su afirmación de que, por ejemplo, una planta de automóviles en Valladolid se mantuvo gracias a la reforma laboral, puesto que, a su juicio, lo que permitió su permanencia fue un acuerdo entre la empresa y los sindicatos, justo lo que desincentiva la reforma laboral, que "rompe la negociación por la parte más débil, la de los trabajadores".
En cualquier caso, diagnosticó que la creación de empleo no la provocará una reforma laboral, sino la recuperación económica, pues, por más incentivos que se les dé, los empresarios no contratarán a nadie si no tienen negocio. Y, precisamente, la reforma laboral, al abaratar los salarios, disminuyen el consumo y la generación de ese negocio, por lo que la reforma es "nefasta".