Partidos paquistaníes defienden a su Ejército tras las acusaciones de EEUU

  • Los partidos políticos de Pakistán cerraron hoy filas en torno a su Ejército mediante una conferencia nacional que rechazó las recientes acusaciones de EEUU de que el aparato de seguridad da cobertura a grupos terroristas.

Nueva Delhi, 29 sep.- Los partidos políticos de Pakistán cerraron hoy filas en torno a su Ejército mediante una conferencia nacional que rechazó las recientes acusaciones de EEUU de que el aparato de seguridad da cobertura a grupos terroristas.

"La nación muestra su total solidaridad y apoyo a las Fuerzas Armadas de Pakistán. La defensa de la integridad y la soberanía es una tarea sagrada", reza una declaración conjunta aprobada por unanimidad.

En el texto se añade que "Pakistán debe continuar promoviendo estabilidad a nivel regional y global" e impulsar "un diálogo" para alcanzar "la paz" en el conflictivo cinturón tribal fronterizo con Afganistán, donde buscan cobijo numerosas facciones talibanes y grupos insurgentes.

Los líderes políticos paquistaníes se comprometieron, además, a "fortalecer las relaciones" con el vecino Afganistán, aunque subrayaron que "los intereses nacionales son supremos" y "deben guiar la política de Pakistán frente a los desafíos".

La conferencia, de más de nueve horas de duración, reunió en la capital paquistaní a más de medio centenar de líderes de partidos del país asiático, tanto parlamentarios como extraparlamentarios.

El acto fue presidido por el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, y en el mismo leyeron discursos la ministra de Exteriores Hina Rabbani Khar, y el jefe de la principal agencia de los servicios secretos (ISI), Ahmed Shuja Pasha.

"Las declaraciones americanas nos han sorprendido y no tienen en cuenta nuestros sacrificios y éxitos en la guerra contra el terror. Pakistán no puede ser presionado para hacer más", declaró Guilani al comienzo de la conferencia, según un comunicado.

La reunión ha llegado en un momento delicado en las relaciones entre Pakistán y EEUU, que ha acusado en los últimos días al aparato de seguridad paquistaní de dar apoyo a grupos terroristas que atacan a las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Mike Mullen, tachó de hecho a la red Haqqani, que supuestamente tiene su base en la región tribal paquistaní de Waziristán del Norte, de ser "un verdadero brazo" del ISI.

Washington ha estado presionando sin éxito en los últimos años a Pakistán para que lanzara una operación militar en esta zona tribal, en la que se han concentrado gran parte de los frecuentes ataques con misiles de sus aviones no tripulados.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo esta semana que el Gobierno de su país está a punto de formalizar la inclusión de la red Haqqani en la lista negra de grupos terroristas.

Y un senador republicano, Lindsey Graham, especuló con la posibilidad de que EEUU emprenda acciones militares dentro de Pakistán, más allá de las actuales con aviones espía.

La siempre difícil relación entre los dos países se agravó a raíz de la operación unilateral de comandos especiales estadounidenses que acabó el pasado mayo con la vida de Osama bin Laden en la ciudad paquistaní de Abbottabad.

El Gobierno paquistaní, uno de los pocos que reconocía al régimen talibán afgano del mulá Omar, se vio obligado a convertirse en un aliado de Washington tras los atentados del 11-S, que desencadenaron la invasión de Afganistán hace casi un década.

Las tropas de la OTAN, lideradas por EEUU, comenzaron el pasado julio la retirada progresiva de Afganistán, un proceso que debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos.

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