Patrimonio busca mecenas en la gran empresa para asegurar flujos de ingresos

Patrimonio Nacional busca patrocinador. La institución pública encargada de mantener y cuidar los bienes históricamente vinculados a la Corona de España, trabaja en encontrar un mecenas que le garantice unos flujos de ingresos fijos y le permita desarrollar su actividad de cara al futuro con mayor certidumbre. Por ello, estudia la vinculación con una gran empresa o fundación que le permita conseguir sus objetivos y no depender de las colaboraciones puntuales. 

A día de hoy, la institución capitaneada por Alfredo Pérez de Armiñán tiene una "débil política de patrocinio", según la propia organización dependiente del Ministerio de Presidencia, que se basa en la financiación por parte empresas privadas de pequeñas actuaciones, principalmente exposiciones temporales, como las que se llevan a cabo en el Palacio Real o en otros Reales Sitios en manos de Patrimonio Nacional. 

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Así, ha contado en ocasiones puntuales con patrocinadores, como la Fundación Banco Santander, para eventos concretos y esporádicos e incluso para ciclos musicales o programas educativos y culturales, pero nada que se haya acercado a un flujo continuo de capital que permita establecer relaciones a largo plazo, tal y como se busca ahora Patrimonio Nacional. 

La compañía se ha fijado como objetivo el año 2020 para sacar adelante esta meta. Esta fecha será clave debido a la apertura del Museo de las Colecciones Reales, un momento que Patrimonio Nacional quiere aprovechar para conseguir un aliado para el futuro. "La apertura del museo va a suponer sin duda un motivo de lanzamiento de una importante política de patrocinio nacional e internacional", señalan. 

Patrimonio Nacional distingue entre dos "productos turísticos" susceptibles de patrocinio. Por un lado, señala la ampliación del conjunto del Palacio Real de Madrid con el ya citado museo, y por otro, el resto del Patrimonio Nacional, compuesto por los Reales Sitios y los Patronatos bajo el eslogan "Patrimonio Nacional, más que un museo". Como primer objetivo de recaudación, esta institución dependiente del Ministerio de Presidencia se ha marcado dos millones de euros cada año solo en concepto de patrocinios, todo ello con el fin de conseguir "una mayor financiación para las finalidades culturales de la firma". 

Más allá de encontrar un patrocinador, Patrimonio Nacional también debe llevar a cabo la reorganización y adaptación de la entidad al nuevo régimen jurídico del sector público. Esta normativa, impulsada por Cristóbal Montoro en 2015, vino a endurecer los requisitos que debían cumplir las entidades dependientes del Estado para operar de forma autónoma como empresas. 

En concreto, la normativa estableció que las entidades empresariales que dependen del Estado debían acreditar en el curso de los tres años siguientes a la entrada en vigor de la ley -que se llevó a cabo el 1 de octubre de 2016- su capacidad para generar un mínimo del 50% de sus ingresos a partir de actividades de mercado. Sería la Intervención General del Estado quién tendría la tarea de acreditar que tal requisito se cumplía de manera efectiva.

Según los datos proporcionados por la propia sociedad en sus últimas cuentas anuales, el porcentaje de gastos cubierto con ingresos derivados de su actividad de mercado en el ejercicio de 2018 ha sido del 29,22% -procedentes de la recaudación por visitas a los museos y palacios y rentas de inmuebles-, y el resto de los ingresos llegan directamente de transferencias y subvenciones corrientes y de capital, procedentes principalmente de la Administración del Estado. Por todo ello, al igual que pasa con otras entidades públicas, Patrimonio Nacional no cumpliría con este requisito. Está por ver qué pasará con todas estas firmas que deberían volver a integrarse en la estructura del Estado como un organismo autónomo más.