Periodista francés desaparecido en Colombia puede estar secuestrado por FARC

  • El periodista francés Roméo Langlois, quien desapareció el sábado cuando el batallón antinarcóticos al que acompañaba en el sur de Colombia entró en combate con las FARC, puede estar secuestrado por esa guerrilla, según sostuvo hoy el Gobierno galo.

Bogotá, 29 abr.- El periodista francés Roméo Langlois, quien desapareció el sábado cuando el batallón antinarcóticos al que acompañaba en el sur de Colombia entró en combate con las FARC, puede estar secuestrado por esa guerrilla, según sostuvo hoy el Gobierno galo.

Mientras el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, aseguró que el informador "fue secuestrado durante un enfrentamiento entre las fuerzas colombianas y las FARC", el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, apeló a la prudencia y dijo que por el momento sólo se puede decir que está "desaparecido".

Así lo informó Pinzón desde la base militar de Larandia en Caquetá, departamento en el que se produjeron los combates, en una rueda de prensa en la que tampoco descartó la posibilidad de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tomaran al periodista cautivo.

"Es necesario exigirle a la organización terrorista de las FARC, si lo tienen, que deben respetar su vida y que tiene que hacerse responsable por cualquier situación que le ocurra", exhortó el ministro colombiano.

Langlois, corresponsal para el servicio en francés de la cadena de televisión France 24 y para el diario Le Figaro, acompañó ayer a un batallón antinarcóticos colombiano para hacer un reportaje sobre sus labores, pero la guerrilla repelió el operativo e iniciaron unos combates en los que se perdió el rastro del periodista.

Pinzón relató que según los militares con los que estuvo el reportero durante la mayor parte de los enfrentamientos, Langlois recibió un disparo en el brazo izquierdo.

Además, que en medio de la tensión "seguramente" se quitó el chaleco y el casco militar que llevaba como acompañante del Ejército y decidió "al manifestar que era población civil, desplazarse hacia el área, desde donde disparaban los guerrilleros".

Según los combatientes, se trató de combates "muy intensos" durante horas, en los que hubo momentos de enfrentamiento "a corta distancia" y "el enemigo (iba) vestido de civil, disparando desde las casas o utilizando civiles desarmados como escudo humano", acotó el ministro.

Ante la incertidumbre sobre la situación del periodista francés, sus compañeros decidieron ir hasta el lugar conocido como La Unión Peneya, ubicado en el municipio La Montañita del Caquetá, para contrastar las diferentes versiones sobre los hechos.

Simone Bruno, quien también trabaja para France 24, manifestó a Efe su intención de hablar con Pinzón, con los militares que estuvieron con él y con la población civil que lo vio "por última vez" porque si estuviera desaparecido podría haber sido hallado hoy con otras cinco personas en esa condición.

Mientras, el Gobierno colombiano anunció como balance de los combates: tres militares y un agente de la Policía Judicial muertos, seis uniformados heridos leves y al menos un guerrillero fallecido, al que, de ser confirmados, se le podrían sumar otros siete.

Desde que se hicieron públicos los enfrentamientos en la noche del sábado se ha registrado un baile de cifras: en un primer momento el comandante de las Fuerzas Militares, Alejandro Navas, escribió en su Twitter que había 15 militares muertos, mientras que medios locales siguen hablando de 21 fallecimientos según fuentes extraoficiales y el Gobierno anunció 4.

La Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a las FARC, criticó en su página de internet que "la cifra disminuye como 'por encanto'", y zanjó: "el desconcierto y desinformación cuando al Establecimiento no le salen sus proyectos imperiales".

Además, agregó que la situación de Langlois "es de suponer que es responsabilidad del Gobierno de Colombia, al involucrar en sus filas militares a un ciudadano extranjero como reportero de guerra".

Las FARC anunciaron el pasado 26 de febrero su decisión de renunciar a las "retenciones de personas" con fines financieros, después de que esta guerrilla elevara la práctica del secuestro a una "ley" rebelde de 2000 para financiar su lucha armada.

El pasado 2 de abril las FARC liberaron a los últimos diez policías y militares que tenía secuestrados, después de más de trece años cautivos.

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