Persiste la parálisis en el Parlamento iraquí pese a los choques y presiones

  • El Parlamento de Irak volvió hoy a evidenciar su parálisis política al aplazar hasta el próximo martes la sesión para elegir a su jefe, mientras persisten las presiones y el clima de violencia con nuevos combates y atentados.

Bagdad, 13 jul.- El Parlamento de Irak volvió hoy a evidenciar su parálisis política al aplazar hasta el próximo martes la sesión para elegir a su jefe, mientras persisten las presiones y el clima de violencia con nuevos combates y atentados.

El parlamentario de mayor edad, Mahdi al Hafez, que preside las sesiones de forma temporal, aseguró que se cumplió el cuórum, si bien se mantuvo el desacuerdo entre los diputados sobre quiénes deben ser los próximos presidente y vicepresidentes de la Cámara.

"Es una cuestión preocupante que llama a la negociación y por eso os pido que os toméis tiempo para consultar y tomar decisiones. Este país no aguanta más aplazamientos", advirtió Al Hafez.

El iraquí llamó a la "responsabilidad" de los parlamentarios y justificó la ausencia de treinta diputados kurdos que se quedaron retenidos en el aeropuerto de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, por el mal tiempo.

Esta segunda reunión fracasó al igual que la primera, cuando el pasado 1 de julio ni siquiera asistió el mínimo necesario de diputados para que se celebrara la sesión.

Al Hafez reconoció que la comunidad internacional sigue con atención los movimientos políticos en Irak debido al actual conflicto armado.

Ayer, el enviado especial de la ONU para Irak, Nickolay Mladenov, ya advirtió de que Irak afronta el riesgo de caer en el caos si el Parlamento fracasa en reactivar el proceso político.

Durante la sesión, Osama al Nuyaifi, que presidió el anterior Parlamento, subrayó que su grupo Fuerzas Iraquíes está dispuesto a votar a favor de su candidato al frente de la Cámara, Salim al Yaburi, e invitó a las demás formaciones a presentar aspirantes a vicepresidentes.

Esa y otras agrupaciones se oponen a un tercer mandato del primer ministro en funciones, el chií Nuri al Maliki, que defiende su candidatura al haber sido su coalición -Estado de Derecho- la más votada en las elecciones legislativas del pasado 30 de abril.

La diputada de Estado de Derecho Hanan al Fatlaui solicitó la creación de un consejo presidencial formado por minorías hasta que haya un acuerdo sobre la Presidencia del Parlamento, cuya composición debe dar paso al nombramiento de un nuevo Gobierno.

Mientras, la situación en el terreno sigue agravándose. Parte de la localidad de Duhuleya, a menos de 90 kilómetros al norte de Bagdad, cayó en manos de grupos insurgentes tras fuertes enfrentamientos con la policía.

Las fuerzas de seguridad, con ayuda de voluntarios tribales, intentaron repeler los ataques de los milicianos del radical Estado Islámico (EI), lo que causó la muerte de al menos cuatro policías, tres insurgentes y dos civiles.

Según el portavoz del Ejército, Qasem Ata, en varios puntos del norte del país sus tropas mataron a 197 terroristas en las últimas horas, al tiempo que lanzaron unos 120 bombardeos contra posiciones rebeldes.

Los combates continúan en los alrededores de la refinería de Biyi (norte), que es la mayor del país y objeto de disputa.

En el barrio de Zayuna, en el este de la capital, al menos diez mujeres murieron y otras 23 personas resultaron heridas en un ataque perpetrado anoche por desconocidos contra dos viviendas, sin que se conozcan por ahora los motivos del crimen.

Aprovechando el avance de los grupos insurgentes en Irak, entre los que está el EI, que ha proclamado un califato islámico en parte de ese país y Siria, el que fuera "número dos" del régimen del fallecido dictador Sadam Husein, Ezat Ibrahim al Duri, pidió a los yihadistas que superen sus diferencias y sigan "liberando" Irak.

En una grabación de audio que no ha podido ser verificada, Al Duri -en paradero desconocido- abogó por "posponer todas las diferencias, sea cual sea su alcance y tipo, porque el objetivo ahora mismo es liberar Irak, algo más grande que todo eso".

El EI es considerado una escisión de Al Qaeda desde que rechazara acatar las ordenes del líder de la red terrorista, Ayman al Zawahiri, que pidió que limitara su actividad a Irak y saliera de Siria.

Al Duri también ensalzó a los que denomina "facciones de la revolución", en referencia a los militantes de la cofradía sufí Al Naqshbandiya, leales a su persona; y a los del Ejército Islámico y del Ejército de los Muyahidines, entre otros.

El antiguo vicepresidente de Sadam rechazó que los insurgentes sean terroristas y alabó la toma de las provincias de Saladino y Nínive en "los días más grandes de la historia de Irak y los árabes tras la conquista islámica".

"La liberación de Bagdad está a la vuelta de la esquina", afirmó.

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