Perú recrea rescate en residencia embajador japonés tras 15 años de operación

  • La operación militar "Chavín de Huántar", que permitió rescatar con vida a 71 de los 72 rehenes que el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) mantuvo en la residencia del embajador de Japón en Perú por más de 100 días, fue recordada hoy con una recreación de esa acción, en víspera del 15 aniversario del rescate.

Lima, 21 abr.- La operación militar "Chavín de Huántar", que permitió rescatar con vida a 71 de los 72 rehenes que el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) mantuvo en la residencia del embajador de Japón en Perú por más de 100 días, fue recordada hoy con una recreación de esa acción, en víspera del 15 aniversario del rescate.

Los comandos que participaron en esa operación asistieron hoy a la recreación que se realizó en la réplica de la casa del embajador japonés en Lima, donde el 16 de diciembre de 1996 un grupo del MRTA tomó a cientos de rehenes.

Uno de los comandos "Chavín de Huántar", Alex Segura, expresó a los medios locales sus sospechas de que uno de los diplomáticos japoneses tomados como rehenes colaboró con el MRTA para cometer este secuestro.

Segura señaló a Hidetaka Ogura, quien denunció la ejecución extrajudicial de los secuestradores tras rendirse, como el único rehén que mostraba afinidad con los "emerretistas" durante el encierro.

Hace 15 años, las fuerzas armadas de Perú ejecutaron la operación "Chavín de Huántar" que liberó con vida a 71 de los 72 rehenes en poder del MRTA en la residencia del embajador japonés en Lima.

Denominada "Chavín de Huántar" en homenaje a la compleja red de túneles construidos por la cultura preincaica Chavín, la operación se realizó el 22 de abril de 1997, durante el Gobierno del presidente Alberto Fujimori (1990-2000), preso actualmente por violaciones a los derechos humanos.

A todas luces exitosa, y convertida en una de las operaciones de su tipo más estudiadas en el mundo, se saldó con el rescate de 71 de los rehenes, la muerte del vocal supremo Carlos Giusti, de dos militares y de los 14 miembros del MRTA.

Entre estos estuvo Néstor Cerpa Cartolini, hasta ese momento el último dirigente histórico del grupo terrorista en libertad, quien mantuvo durante 126 días a 72 de las cientos de personas que habían acudido a la residencia para celebrar el onomástico del emperador Hiroito.

Ese día, el 17 de diciembre de 1996, los "emerretistas" irrumpieron en la residencia tras volar la pared de un local vecino y ante el desconcierto de los asistentes, que los tomaron en un primer momento por militares.

Con el paso de los días, y ya con la residencia cercada por policías, militares y periodistas, fueron liberando a la mayoría de los retenidos, entre ellos la madre y una de las hermanas de Fujimori, a las que no habían identificado.

Finalmente mantuvieron como rehenes a 72 personas durante 126 días hasta que un grupo de 140 militares de elite peruanos irrumpió en la residencia a media tarde del 22 de abril de 1997.

La operación alcanzó rápida celebridad y se convirtió en una de las efemérides anuales de las Fuerzas Armadas, que creó el "comando Chavín de Huántar" y construyó una réplica de la casa del embajador japonés donde cada año se representa el rescate.

A pesar de haber sido considerada uno de los grandes éxitos de la lucha contra el terrorismo del régimen de Fujimori, la operación se ha visto ensombrecida en los últimos años por las investigaciones y denuncias de las presuntas ejecuciones extrajudiciales de tres de los miembros del MRTA.

El caso ha llegado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) y ha generado la reacción del Gobierno del presidente Ollanta Humala, que ha anunciado que defenderá a los militares con todas las herramientas jurídicas posibles.

La denuncia de los familiares de algunos de los secuestradores contra el Estado peruano supuso un proceso judicial en el fuero militar que resultó excesivamente largo, que fue descalificado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y finalmente derivado a la CorteIDH.

El agente peruano ante la CorteIDH para el caso, el abogado Pedro Cateriano, remarca que "fue un operativo militar ejemplar", mientras que organismos defensores de los Derechos Humanos afirman que la acusación va dirigida contra un equipo del Servicio de Inteligencia Nacional, a cargo de Vladimiro Montesinos.

Este equipo, conocido como "Los gallinazos" supuestamente se infiltró en la casa del embajador al término de la operación y ejecutó a los secuestradores que habían sobrevivido.

Esta semana, el exalmirante Luis Giampietri, que fue uno de los rehenes del MRTA, consideró que 15 años después de la operación los militares aún "siguen siendo perseguidos" con denuncias que consideró infundadas.

Los militares que participaron en la operación fueron homenajeados el viernes pasado, en una ceremonia presidida por el ministro de Defensa, Alberto Otárola, y a la que asistieron el presidente del Congreso, Daniel Abugattás, y los comandantes generales del Ejército, Víctor Ripalda; de la Marina, José Cueto; y de la Fuerza Aérea, Pedro Seabra.

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