Phil Goff, un experimentado político entregado al laborismo neozelandés

  • El líder del Partido Laborista de Nueva Zelanda, Phil Goff, es un experimentado político que llega a los comicios del sábado con los pronósticos de los sondeos de intención de voto en su contra.

Sídney (Australia), 22 nov.- El líder del Partido Laborista de Nueva Zelanda, Phil Goff, es un experimentado político que llega a los comicios del sábado con los pronósticos de los sondeos de intención de voto en su contra.

Este político vocacional ha destacado en la campaña electoral su faceta de hombre familiar y campestre con imágenes junto a su esposa, Mary, su amor desde la infancia, o montado en moto, su segunda pasión, en la granja donde vive en Clevedon, al sur de Auckland.

"Mi abuela se quedó viuda con tres hijos pequeños. Tuvo que luchar para salir adelante y el (partido) Laborista estuvo allí para ayudarla. Yo entré en el (partido) Laborista porque es un partido que está con las personas, les ayuda cuando lo necesitan y les ofrece la oportunidad de mejorar sus vidas", sostiene Goff ante los votantes jugando su mejor baza.

Nació el 22 de junio de 1953 en la ciudad de Auckland, donde residió hasta que se mudaron a la localidad rural de Alfriston.

"Mi padre era de la vieja escuela, o lo hacías a su modo o no lo hacías", dice Goff, el tercero de cuatro hermanos al recordar su pronta emancipación.

Un día, cuando le apremiaban para que empezase a trabajar tras acabar el instituto para ayudar a la economía familiar y él se resistía a abandonar los estudios, el padre zanjó la discusión con una amenaza: "si no haces lo que te digo, te vas", a lo que Goff contestó: "entonces me voy".

Se marchó de casa con 16 años, ingresó en el Partido Laborista y, contra los deseos de su padre, cursó estudios universitarios en Ciencias Políticas mientras trabajaba para mantenerse.

Acabó la universidad en 1973 y tras un viaje a Europa con su esposa, retornó a Nueva Zelanda para trabajar en la Aseguradora del Sindicato de Trabajadores.

A los 28 años obtuvo su primer escaño parlamentario y con los gobiernos laboristas de 1984 a 1990, ocupó las carteras ministeriales de Vivienda, Medio Ambiente, Trabajo, Turismo, Educación y Asuntos de la Juventud.

Fue una época de aprendizaje en la que el joven impulsivo formado en las juventudes laboristas aprendió a templar su oratoria y a contener sus ambiciones.

La derrota electoral de 1990 le devolvió a la enseñanza como profesor en el Instituto de Tecnología de Auckland y permitió que ampliara sus estudios en la Universidad de Oxford.

Regresó al Parlamento en 1993 y tres años más tarde se unió al ala del partido que desafió, sin éxito, el liderazgo de Helen Clark.

El laborismo recuperó el Gobierno en 1999 y, con Clark de primera ministra, le ofrecieron los ministerios de Justicia y Asuntos Exteriores y Comercio, posiciones que le permitieron firmar un tratado de libre comercio con China en los años siguientes.

Tras las elecciones de 2005, pasa a la cartera de Defensa y repite en la de Comercio, cargos que mantendrá hasta los próximos comicios, donde el laborismo pierde el Gobierno ante el nuevo líder del Partido Nacional, John Key, un triunfador de las finanzas.

Clark se retiró y el laborismo entregó por unanimidad las riendas de la formación al único capaz de dirigirla en la nueva situación internacional, marcada por la crisis financiera.

Tres años después, Goff asegura que es el trabajo más duro que ha desempeñado y reconoce que llega a los comicios del domingo por detrás del Partido Nacional en los sondeos de intención de voto, pero cree que aún puede ganar.

Goff ha tenido que relajar en esta campaña su férrea protección de la intimidad familiar ante el escrutinio de la prensa y ha cedido a la curiosidad de los ciudadanos por aquellas cosas que le gusta.

Aficionado a la jardinería y el squash, entre otros deportes, ha tenido con Mary tres hijos: Kristopher (1982), Sara (1984) y Kieran (1986).

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