Piden 70 años para un etarra que mató a dos ertzainas y fue absuelto en 1997

  • La Audiencia Nacional juzgará el miércoles al etarra Mikel Otegi por el asesinato de dos ertzainas en 1995, hechos por los que el fiscal pedirá 70 años de cárcel y por los que fue declarado no culpable por un jurado en 1997, aunque el Tribunal Constitucional ordenó repetir el juicio tras su condena en Francia.

Madrid, 8 jul.- La Audiencia Nacional juzgará el miércoles al etarra Mikel Otegi por el asesinato de dos ertzainas en 1995, hechos por los que el fiscal pedirá 70 años de cárcel y por los que fue declarado no culpable por un jurado en 1997, aunque el Tribunal Constitucional ordenó repetir el juicio tras su condena en Francia.

En el juicio, que se celebrará ante la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal, el fiscal Carlos Bautista le imputa un delito de atentado terrorista (30 años), uno de asesinato (30 años) y otro de integración en banda armada (10 años), y le reclama que indemnice a las familias de los agentes con 500.000 euros a cada una.

Cuando Otegi fue juzgado en el País Vasco en 1997 no fue acusado de un delito terrorista, pero una vez que fue condenado en Francia a 7 años de cárcel por asociación de malhechores es la Audiencia Nacional el tribunal competente para repetir el juicio como ordenó el Constitucional en 2004, confirmando la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y del Tribunal Supremo.

De esta forma se anuló la absolución decretada por la Audiencia de Guipúzcoa después de que un jurado popular declarara a Mikel Otegi no culpable, pese a que la mayoría de sus miembros estimaron que había quedado suficientemente probado que mató a los agentes.

Después de que la Audiencia guipuzcoana se inhibiera en 2005 en favor de la Audiencia Nacional, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió en 2007 el procesamiento de Otegi por el asesinato de los ertzainas, al considerar que éste tenía una finalidad terrorista cuando disparó contra ellos.

Según los hechos expuestos en el escrito del fiscal, el 10 de diciembre de 1995 Otegi conducía a velocidad excesiva en dirección a su caserío de Itsasondo (Guipúzcoa), tras pasar la noche en un concierto de rock, un comportamiento que llamó la atención de una patrulla de la Ertzaintza, compuesta por José Luis González e Ignacio Jesús Mendiluce.

La patrulla le siguió hasta el caserío Oteizabal y una vez allí se bajaron del coche con el fin de practicar las diligencias referidas a su "anómala manera" de conducir.

Tras darse cuenta de la presencia de los ertzainas, añade el escrito, Otegi decidió acabar con su vida "guiado por el sentimiento de hostilidad" ya que este cuerpo policial "había sido marcado como objetivo de la organización ETA".

Fue entonces cuando Otegi salió de la casa "de modo súbito e inesperado" y, armado con una escopeta semiautomática para la que tenía licencia, disparó contra los dos agentes cuando se encontraban "de espaldas y desprevenidos", quienes murieron en el acto "sin siquiera haber tenido oportunidad de reaccionar, llegando todo lo más uno de ellos a sacar la pistola de su funda".

Inmediatamente después, añade el escrito, el acusado cogió la radio del coche policial y de forma "absolutamente tranquila y enorgulleciéndose del hecho" comunicó que "un casero había matado a dos cipayos (expresión peyorativa con la que el entorno de ETA denomina a la policía vasca) por la política que seguían".

Otegi abandonó el País Vasco tras ser exculpado en el juicio popular y fue detenido el 22 de febrero de 2003 en Irouleguy (Francia), junto a la presunta etarra Aloña Muñoa.

Después de haber cumplido en Francia la condena de siete años de prisión que le impuso un tribunal, las autoridades galas lo entregaron de forma permanente a España el 30 de septiembre de 2009 y desde entonces permanece en prisión a la espera de la celebración del nuevo juicio, para el que todavía no se ha fijado fecha.

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