'Podemos' y 'Ciudadanos': cómo montar un partido en tiempo récord y no morir en el intento

    • Los partidos que han dinamitado el espacio político tratan de combatir los riesgos de su crecimiento.
    • Los "intrusos", la financiación y la "coherencia" de los candidatos preocupan a las cúpulas.
Los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias.

Son los partidos "de moda", los que aspiran a cambiarlo todo, o casi todo. Imanes para los descontentos y para los que habían dado ya la política por perdida. También, blanco de críticas y ataques y fuente de incertidumbres.

Podemos y Ciudadanos han tenido que cubrir en tiempo récord un camino recorrido durante décadas por los partidos ya establecidos. Montar una estructura, financiarse, diseñar programas, convocar primarias, designar candidatos… Todo ello, insuflando aire al cambio. Ejercitando músculo para no decaer en sus perspectivas electorales.

El partido de Albert Rivera ha traspasado este año la línea política de Cataluña para colocar candidatos en más de 1.000 ayuntamientos. Podemos ha rehusado exponerse en las municipales, pero se perfila como primera fuerza de gobierno en varias autonomías. Y en las generales, según algunas encuestas.

Un crecimiento explosivo, de cero a cien, que también conlleva sus riesgos e inseguridades. ¿Cómo controlar a los candidatos?¿Cómo lograr financiación? ¿Cómo evitar que un pie en falso pueda dar al traste con tantas expectativas?De cero a cien: una estructura en tiempo récord

Pese a sus diferencias, ambos partidos han enfrentado ritmos muy similares. Ciudadanos tenía ya recorrido en Cataluña-donde cuenta con 9 diputados-pero es la primera vez que enfrenta el salto nacional. Podemos, sorpresa en las pasadas europeas y partido que ha puesto en jaque el actual sistema político, comprobará también ahora su músculo real.

Ambas formaciones han tenido que montar desde cero una estructura válida para gobernar, sabedores de que cualquier error puede tener un coste elevado. Ambas han afrontado en paralelo sus correspondientes procesos de primarias, la designación de candidatos o la elaboración de programas.

En Podemos, la estructura se organiza en torno a los secretarios generales, los Consejos Ciudadanos y las asambleas territoriales, en un esquema idéntico al que rige a nivel nacional. El Consejo Ciudadano es el órgano autorizado para desarrollar la línea política del partido en el territorio, aprobar los presupuestos y rendición de cuentas de cada ejercicio o las cuentas de las campañas electorales. Para desarrollar los acuerdos de la asamblea ciudadana, órgano de poder que cuenta con "plena soberanía" en aquellas cuestiones de especial relevancia para el conjunto de la organización en dicho territorio, como traducir los principios programáticos generales de Podemos a cada territorio, la elaboración de listas electorales, la aprobación de pactos o los programas electorales definitivos. El partido cuenta también con los círculos, en su origen, germen de Podemos, y convertidos ahora en órganos de debate político, con capacidad para elevar sus iniciativas al Consejo.

Ciudadanos hace lo propio a través de las agrupaciones, órgano territorial de integración de los afiliados, dirigido por la Junta Directiva- con un máximo de nueve miembros, elegidos en listas abiertas. La estructura se completa con el subcomité territorial y el comité territorial autonómico. Además, cuentan con la denominada Agrupación de Jóvenes, órgano a través del que participan los afiliados de hasta 30 años.

La formación naranja ha pasado en un año de contar con 2.000 a 12.000 afiliados-pagan una cuota mensual de 10 euros, cinco para parados y jubilados. Los sondeos los sitúan ya como cuarta fuerza política en España. Además, los 'naranjitos', como se refirió el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, aspiran a colocar a unos 700 candidatos en el mapa nacional.¿Cómo crear la estructura?

Según señalaron desde el partido, esto fue posible en un primer momento al gran trabajo de Fran Hervías, secretario de Organización de Ciudadanos, que se dedicó "sin que nadie se diera cuenta" a estructurar agrupaciones en cada capital de provincia para dar respuesta al creciente número de afiliaciones que había propiciado la corriente y a la que llamaron 'Movimiento Ciudadano'.

"Tan a pie de calle, que en la mayoría de casos los nuevos militantes se reúnen en bares o locales de asociaciones de vecinos", publicaban los medios cuando todavía no lo llamaban 'fenómeno'.

La formación ha conseguido en tiempo express montar sus listas para presentarse en todas las comunidades y en más de mil ayuntamientos. Podemos lo hará también en todas las autonomías, aunque ha rehusado presentarse con sus siglas en comicios municipales.

El partido de Iglesias cuenta con más de 368.000 inscritos, el concepto que en Podemos sustituye a la afiliación clásica. Para serlo, no es necesario pagar ninguna cuota.

En Ciudadanos, los simpatizantes tampoco pagan cuota, una condición que les permite, por ejemplo, estar informados de las actividades del partido, participar en las campañas electorales, ser interventor o apoderado y participar en las reuniones de agrupaciones.Fiarse de los candidatos: cómo evitar "manzanas podridas"

Armar una estructura en tiempo récord implica también confiar en personas que serán representantes del partido en cada territorio. Podemos y Ciudadanos no ocultan que es un problema que les preocupa: una "manzana podrida" tendría en su caso un impacto mucho mayor que en el de los partidos tradicionales, que se presuponen ya contaminados por la corrupción.

¿Cómo reaccionar a un candidato que busca su beneficio bajo las siglas de un partido de jugosas posibilidades? ¿Cómo controlar su discurso?

El temor a tránsfugas e intrusos ha sido una de las mayores preocupaciones reconocidas por Iglesias y los suyos. Ya en agosto, el entonces eurodiputado Pablo Echenique, ahora candidato por Aragón, admitió conocer "de primera mano" casos de personas que se habían acercado a los círculos locales del partido con el objetivo de sacar provecho personal. Echenique propuso entonces la urgencia de un protocolo "vinculante" para evitar que pudiese afectar a la configuración de las listas electorales.

La formación trató de blindarse con un documento de principios éticos que fijaba una serie de compromisos que todos sus cargos orgánicos territoriales habrán de asumir. Entre ellos, una limitación salarial y de funciones públicas asumibles por persona, la renuncia a privilegios jurídicos como los aforamientos, la inhibición en aquellas cuestiones que pudiesen afectar a sus intereses personales, la renuncia en caso de imputación, la obligación de rendir cuentas o la prohibición de "puertas giratorias"-acceso a la empresa privada-en los diez años siguientes a su cese como servidor público.

En el mismo texto, el partido de Iglesias declaró prohibida la "doble militancia", al incluir "la restricción del derecho al sufragio pasivo a cargos orgánicos internos, a miembros o afiliados de organizaciones políticas de ámbito estatal". Esto es, que ninguna persona que militase en otro partido de carácter nacional podría optar a ser elegido en un cargo interno en Podemos.

La norma tuvo una primera 'víctima': Izquierda Anticapitalista, partido de ámbito estatal que estaba en el germen de Podemos hubo de transformarse en una especie de movimiento, que pasó a llamarse "Anticapitalistas".

Podemos trató también de controlar el crecimiento desmesurado de los "círculos", germen de su formación, estableciendo unos serios requisitos de validación que a su vez, conllevaban un serio recorte: no podría haber dos círculos en el mismo ámbito geográfico o temático, y estos habrían de ser aprobados por el Comité de Garantías. Así, un círculo territorial requiere ahora para su constitución de una asamblea constituyente en la que participe, al menos, un 1% del censo en ese territorio, y en cualquier caso, un mínimo de cinco personas. Uno sectorial, de la redacción y publicación de un manifiesto fundacional avalado por, al menos, diez personas.

El partido ha fijado también las posibilidades para cesar a cualquiera de sus cargos electos, con un sistema de revocaciones que permite a cualquier persona o círculo de proponer una solicitud para cualquier cargo de Podemos. Estas propuestas deberán ser promovidas por el 1% del censo para poder ser sometidas a debate y requieren después del apoyo de al menos un 20% de afiliados o el 25% de los círculos para que puedan ser planteada en referéndum a todos los simpatizantes del partido.

"El mejor control que se puede hacer son las primarias ciudadanas", defiende Miguel Bermejo, responsable de Extensión y Círculos del Consejo Ciudadano, "siempre hemos apostado por ese método y creemos que es el mejor control que se puede hacer. Que sea la ciudadanía la que controle a sus cargos electos".

Es la gente, sostiene Bermejo, la que actúa como auténtico freno para aquellos que intenten acercarse al partido con oscuras intenciones. "La mayor parte de nuestras listas están compuestas por gente que participa en los círculos, que son agrupaciones abiertas en las que además se realiza actividad política, y es la propia gente la que controla que eso no suceda".

Pese a todo este "aparato" de blindaje, la formación sigue recelosa. La posibilidad de intrusos fue precisamente con lo que se justificó la decisión de no concurrir a las municipales, un extremo que con insistencia se le ha criticado. Podemos reconoció que los comicios llegaban "demasiado pronto". "Con que en dos o tres de esos 8.177 municipios hubiese actuaciones impropias, concejales que rompiesen con las líneas de Podemos y faltasen a su compromiso ciudadano, quedándose el acta –como pasa en tantos pueblos- la mayor parte de los medios de comunicación se encargarían de convertirlos en un icono contra la "marca Podemos", para intentar sembrar dudas sobre ella y lastrar así un crecimiento que ya llama a las puertas de las mayorías en nuestro país", se advertía en su documento de principios políticos.

La solución fue formar parte de las distintas plataformas municipalistas-tipo Ganemos-e iniciativas ciudadanas construidas por todo el territorio, sin siglas propias. Algo que ha generado muchos desacuerdos y que sigue sin convencer a todos los simpatizantes.

"Decidimos no concurrir por dos motivos", explica Bermejo, "porque consolidar una estructura en tiempo récord era complicado y porque nacimos con una voluntad de cambio nada arrogante. Creíamos que existían muchas plataformas que ya llevaban tiempo trabajando y queríamos ponerlos al servicio de esa maquinaria".

En sus meses de vida, el partido ha tenido que enfrentar ya varias polémicas internas. En noviembre, el Círculo Podemos de Lugo expulsó a su portavoz más reconocible, Carlos Castro, por sus "actitudes contrarias a principios éticos y democráticos". El Círculo admitió que "en ocasiones se acercan a las asambleas personas que no comparten la metodología democrática, que demuestran ambiciones personalistas o que simplemente consideran que Podemos es una oportunidad de alcanzar un puesto de poder". Algunos miembros atribuyeron esta expulsión a la relación de Castro con la organización de extrema derecha Fuerza Nueva.

Poco antes de las primarias autonómicas, la Comisión de Garantías Democráticas de Cantabria acordó invalidar la candidatura del líder de Santander, Juanma Brun, contrario a la dirección, y otros tres miembros de su lista, "Sí se puede". La denuncia, presentada por un candidato independiente y exintegrante de esta lista, acusó a Brun de aprovecharse del "fenómeno Podemos" para lograr "ambiciones personales". Según esta denuncia, el candidato se había acercado " al calor de Podemos según iba viendo que la llama aumentaba". En la denuncia se llegaba a acusarlo, además, de haber instigado al fraude en el voto, solicitando a sus contactos que se inscribiesen en el censo, votasen y después se borrasen. Los miembros de su lista respondieron con una querella en la que se aseguraba que la denuncia había sido "instigada" desde Madrid con la "clara intencionalidad política" de "sofocar al sector crítico".El Círculo de Cádiz expulsó también a uno de sus miembros, José Pedro Butrón, en su momento concejal de Urbanismo del Ayuntamiento y cesado también de esta formación, al considerar que anteponía sus intereses personales sobre el partido.El último caso se ha dado en La Rioja, donde la dirección ha decidido cesar a su candidato a la presidencia de la región, Raúl Ausejo, de la línea contraria al "núcleo duro", y a los 13 primeros miembros de su lista, después de que el Comité de Derechos y Garantías del partido detectara "fraude" y "manipulación del censo" en el proceso de primarias celebrado hace dos semanas. Ese fraude se basaría en la acumulación de tarjetas telefónicas utilizadas para suplantar identidades en el proceso de votación telemática, en el que para inscribirse se solicita, además del DNI, un número de teléfono móvil. Ausejo fue sustituido por Germán Cantabrana, secretario general de Podemos en Logroño y afín a Iglesias. "Llevamos un control estricto y no tenemos por qué pensar que esto pueda repetirse en otros lugares", afirma Bermejo.[Para leer más: "Podemos anula la lista electoral de La Rioja y cesa a su candidato, contrario a la dirección"]

El apremio de los tiempos lleva a situar en puestos clave a candidatos que no han tenido ni siquiera una conversación con el líder del partido. Manuela Carmena cabeza de lista de la candidatura de "Ahora Madrid", la plataforma municipalista que aúna a Podemos y Ganemos para el ayuntamiento madrileño, reconocía, en una entrevista con este periódico, que sólo había hablado con Iglesias con motivo de la entrevista que el secretario general de Podemos le hizo para su programa en La Tuerka. No hubo ni llamadas ni conversaciones privadas más allá de ese momento.Carmena advirtió también entonces de que las "prisas" podrían llevar a cometer errores.

Algunas voces críticas dentro de Ciudadanos aseguran que Rivera debería haber esperado como ha hecho Pablo Iglesias a conocer a sus candidatos antes de exponerse en las municipales-donde el partido concurre con sus siglas- con alguien que pueda dañar al partido. La candidata a la alcaldía de Madrid, Begoña Villacís, reconoció también en una entrevista a este diario que todavía no conocía a Rivera. Tampoco el precandidato que le disputó la carrera en las primarias municipales, Jaime Trabuchelli: "Ojalá lo conociera, no, no tengo el placer. Pero espero conocerle algún día", afirmó.

Algunos afiliados apuntan que "en algunas comunidades" se debería haber también esperado para "conocer mejor a los candidatos". "Vamos muy rápido", señaló un militante. La divergencia de opiniones existe. "Para nada", sostiene otro, "nos ha costado mucho salir de Cataluña para que ahora perdamos esta oportunidad con tantas elecciones".

Recientemente, la formación "naranja" prescindía de su más que posible candidato para la alcaldía de León, José Ángel Crego- respaldado por la dirección regional- tras recibir una oleada de críticas en las redes sociales. Crego, presidente del Círculo Empresarial leonés, afirmó el año pasado que los trabajadores despedidos deberían pagar a la empresa, y no a la inversa. "¿Por qué una empresa de haber dado trabajo durante diez años a una persona, además tiene que pagar? ¿Por qué no es al revés?", se preguntaba el empresario. La hemeroteca incendió Twitter y el partido se apresuró en desvincularse de estas declaraciones, y también de Crego.

Unos días después, el partido expulsó de militancia a uno los miembros del departamento de jóvenes del partido en Madrid, Carlos López, por comentarios racistas y xenófobos en Twitter contra catalanes y latinos. "Solo hay algo peor que un catalán y no es un gabacho, es otro catalán", tuiteó en 2012 desde su cuenta personal. Pese a que el partido aseguró que no tenía ninguna relevancia ni cargo en el partido, sólo unos días antes lo había felicitado "por su trabajo y gran labor en el Departamento de Jóvenes de Ciudadanos Madrid". "¡Ciudadanos como tú comprometidos para ti!", le decía el partido de Rivera en un tuit. López se disculpó en la misma red social, subrayando no compartir ahora ese tipo de comentarios.

En los últimos días, el partido de Rivera se ha visto obligado a vetar al que iba a ser su candidato en la localidad madrileña de Móstoles para encabezar la lista a la Alcaldía, Pedro Benayas, tras detectar ciertas irregularidades en su gestión al frente de su agrupación. Según denunciaron algunos afiliados, Benayas, se había autonombrado coordinador y había convertido la agrupación local "en su cortijo", apartando a los que no pensaban como él y colocando a sus más cercanos.

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El partido de Rivera impone un filtro a sus candidatos: deben ser militantes desde hace, al menos, seis meses. No obstante, los estatutos dejan también puerta abierta a que el Comité Ejecutivo habilite a personas que no cumplan este requisito. Es lo que sucede con los 'recién llegados' de UPyD, que podrán incorporarse a las listas electorales de cara a las municipales y autonómicas tras ser habilitados por este órgano, aunque con la condición de 'independientes'. Los candidatos requieren, no obstante también, de la ratificación de la militancia en el proceso de primarias.

Según el secretario de organización de la formación, Fran Hervías, el partido está dispuesto a recibir "a todo el mundo con los brazos abiertos", con independencia de en donde haya militado con anterioridad. Se considera que una décima parte de sus afiliados procede del partido de Rosa Díez.

No obstante, la formación de Rivera efectúa una labor "de detective" para saber si el perfil de esas personas se adecúa a los valores y el programa de Ciudadanos. "Si detectamos que han pasado por cinco partidos o que han hecho unas declaraciones que no están dentro de lo que es C's, no se les acepta la afiliación", señaló Hervías, que aclara también, que la mayoría son aceptados.

El partido cuenta con un equipo de "head hunters", cazadores de talento, que rastrea lo currículum de sus candidatos a entrar en listas. Se trata de comprobar que no tienen antecedentes penales, de corrupción y otras polémicas que puedan perjudicar las aspiraciones generales de todo el partido. De ello se encargan sociólogos, politólogos, incluso psicólogos, que rebuscan también aspectos personales. El objetivo, evitar que se cuelen personas non gratas.

Caras nuevas, nombres nunca conocidos que aspiran a ocupar un hueco en la política nacional. En los partidos se maneja una palabra clave, "coherencia". Aunar mensajes, criterios y posiciones es una labor ardua que, en Podemos, centra también buena parte del trabajo. Y que rige una máxima: dar imagen de unidad.

La inicial ilusión en torno al proyecto de cambio que representa este partido no ha evitado que las distintas sensibilidades hayan ido aflorando en este tiempo. Sobre todo dos: la afin a la línea de la dirección-un partido más vertical, con un líder, y con menos poder para los círculos-y la vía de Pablo Echenique, más horizontal y con una portavocía coral. Ante este mosaico, el "núcleo duro" trató de asegurarse el control de sus candidatos en los sucesivos procesos de primarias que el partido ha ido celebrando para tejer su estructura territorial, dando un apoyo explícito a los candidatos de "Claro que Podemos". El respaldo tuvo, como era de esperar, sus resultados: Iglesias logró colocar a sus personas de máxima confianza en los municipios más estratégicos (sólo se le resistió Málaga), y cuenta también con una mayoría de candidatos autonómicos afines. No obstante, el partido ha mantenido también sus 'frentes' críticos, en Aragón (con Echenique), Navarra o, hasta ayer, La Rioja. En Madrid, Luis Alegre, el candidato 'oficialista' logró ganar por la mínima a la lista crítica de Miguel Urbán en las primarias para la secretaría general autonómica.El partido presentará la próxima semana su programa marco para las autonómicas. Un documento en el que se valorarán al fin su posición sobre medidas clave. Hasta ahora, los distintos documentos programáticos de los candidatos autonómicos han mostrado ciertas diferencias, sobre todo en lo relativo a la renta básica, las nacionalizaciones o los desahucios, donde las propuestas han ido variando desde posiciones más moderadas a otras radicales.[Te interesa: "Podemos intenta coser sus fracturas para dar imagen de unidad de cara a las autonómicas"]Analizados con lupa, cualquier comentario puede adquirir un eco inesperado. Ocurrió, por ejemplo, cuando la responsable del partido en Sevilla sugirió someter a referéndum la continuidad de la Semana Santa. El revuelo fue inmediato y la dirección tuvo que desmentir la posibilidad. ¿Es posible controlar al detalle cada discurso? Cuanto menos, complicado.Las relaciones entre la dirección y algunos territorios son también eléctricas: en Andalucía, los desacuerdos para la investidura de Susana Díaz ha dejado al descubierto la tensa convivencia entre Madrid y Sevilla y ha terminado con Teresa Rodríguez, la candidata y líder andaluza, relegada de las negociaciones. Tampoco gusta que la candidata navarra haya dejado puerta abierta a un acuerdo con Bildu. Los afiliados, claves en la financiación

Construir el sistema piramidal de partido como los que gozan los grandes (PP, PSOE) cuesta dinero y hay que recordar que 'Ciudadanos' y 'Podemos' no han gobernado para obtener la financiación que, por ley, se les otorga a los partidos que cuentan con representación parlamentaria, 156'4 millones de euros este año.

Desde el partido de Rivera consideran que con las aportaciones desinteresadas y el creciente número de afiliados podrán sufragar el mínimo de gastos que realizan hasta el momento los 'naranjas'.

La campaña de las elecciones andaluzas, por ejemplo, tuvo un coste de 250.000 euros, gasto que recuperarán con creces gracias a las subvenciones de 450.000 euros que lograrán por sus nueve escaños en el Parlamento autónomico. Para estos comicios, Rivera y los suyos pidieron "un crédito de 150.000 euros al Banco Popular" y otros 100.000 que sacaron de fondos del partido.

En otras campañas electorales Ciudadanos ha utilizado otras fórmulas de financiación, como la emisión de bonos retornables y la recepción de donaciones.

Conscientes de que están en el punto de mira del resto de partidos, desde la formación de Rivera niegan de entrada cualquier financiación del Ibex 35, tal y como señalaron algunos diputados de UPyD. El partido insiste en que desde que firmaron el acuerdo con Transparencia Internacional cuelgan en su página web todos los gastos, ingresos, salarios, presupuestos, etc.

Con un rotundo rechazo a la financiación bancaria, Podemos ha sido pionero en poner en práctica el crowfunding político, en el que son los simpatizantes del partido los que se encargan, con sus aportaciones, de sufragar los distintos gastos. Gracias a este micromecenazgo lograron, por ejemplo, organizar en tiempo récord una humilde campaña para las elecciones europeas, traducida después en un resultado del todo inesperado.

El sistema ha seguido utilizándose como vía esencial de su financiación: así se recaudaron también, por ejemplo, 132.000 euros para la celebración de su Asamblea constituyente del pasado noviembre, los fondos para la gran "marcha por el cambio" del pasado enero o, ahora, los gastos electorales para la campaña de las autonómicas, para lo que ya se llevan recaudados más de medio millón de euros.

No obstante, no todo son éxitos y algunas campañas han acabado en fracaso. Es el caso de una de las más recientes, la de elaboración de encuestas internas, para la que se solicitaban 50.000 euros y que apenas ha logrado reunir un 58% de esa cantidad.

Este método de aportaciones colectivas ha supuesto también algún 'revés' para el partido: hace unos meses, el Tribunal de Cuentas le dio un 'toque' tras detectar que 102.180 euros gastados por el partido en la campaña europea no fueron ingresados en la cuenta destinada a los gastos electorales, sino en otras cuentas bancarias del partido, lo que representa un incumplimiento de ley. Además, se detectaron casi 50.000 euros donados por particulares que no fueron debidamente identificados.

Con ello, Podemos cubre sus gastos a través de las aportaciones individuales de sus simpatizantes, un donativo económico que va desde los 5 euros al mes y con el que Podemos ha logrado reunir, desde enero pasado, 865.885,98 euros, 82,4% de sus ingresos. Los ingresos por venta de mercadotecnia suponen 72.885 euros.

La formación de Iglesias ha recibido además 112.439 euros por sus resultados en las elecciones europeas y cuenta con las donaciones de sus cinco eurodiputados, que cada mes aportan una cantidad de su sueldo en el Parlamento europeo.

Las cifras que manejan ambos partidos se sitúan, no obstante, a "años luz" de los presupuestos de los partidos tradicionales. Así, el PSOE maneja para este ejercicio un presupuesto de 49 millones de euros. En 2013, último año del que aportan información, los 'populares' ingresaron más de 76 millones de euros. Sus gastos fueron de casi 62.

Desde Podemos defienden esta forma de financiación y su total independencia de los bancos, que ven perfectamente sostenible de cara a futuro. "No sólo creemos que es posible mantener un método de financiación así, sino que es necesario. Es obvio que esa deuda que tienen los partidos con los bancos influye en las negociaciones para refinanciar esa deuda. Al final, quien paga, manda", razona Bermejo, "nosotros nos debemos a la ciudadanía".La falta de experiencia, ¿punto en contra o a favor?

La mayoría de los dirigentes de ambos partidos coinciden en tener varias carreras, máster e incluso doctorados. Son personas altamente cualificadas dispuestas a suplir las carencias de las que el PP y el PSOE, en especial, se quejan: "carecen de experiencia a la hora de gestionar cualquier territorio".

Ése es el argumento que con insistencia recalcan desde Génova en su estrategia para deslegitimar a las nuevas formaciones. También desde el PSOE se enfatizan los logros de sus años de gobierno: años, afirman, de extensión de los derechos sociales y los servicios públicos. Años de gestión que ambos intentan traducir en estabilidad y garantías, pese a que, dada la actual situación de descontento, sean también muchos quienes consideren que son años de despilfarro, corruptelas, recortes e incompetencias.

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