Policía se incauta de dos toneladas y media de narcóticos en el sur de Irán

Teherán, 5 ene.- La Policía iraní se ha incautado de dos toneladas y media de narcóticos en el sur del país en una semana, informó hoy la agencia local Mehr.

"Hemos desmontado cinco grandes grupos de narcotraficantes en la provincia de Fars y confiscado dos mil kilos de varios tipos de narcóticos y 514 gramos de heroína", informó el general de brigada de la Policía, Sirus Sajadian.

Además, las Fuerzas de Seguridad han detenido en la última semana a 43 individuos involucrados en el tráfico de drogas y confiscado 29 vehículos y cinco armas de fuego en las distintas redadas, informó el policía.

Además, por primera vez se ha decomisado en el país una droga psicodélica conocida como "champiñones mágicos", que no se había detectado antes en la zona.

La pasada semana las Fuerzas de Seguridad iraníes anunciaron que habían decomisado en las últimas dos semanas más de tres toneladas de narcóticos -en su mayoría opio pero también hachís y heroína- en varias operaciones la provincia de Sistán-Baluchistán, en el este del país y fronteriza con Pakistán y Afganistán.

En ese periodo se arrestó a una treintena de supuestos narcotraficantes y se confiscaron siete vehículos y varios rifles y munición.

Irán comparte 936 kilómetros de frontera con Afganistán, el principal productor del mundo de amapola blanca, de la que se extrae el opio con el que se elaboran la heroína y la morfina.

Según datos del Gobierno iraní y de la ONU, Irán es el país que mayor cantidad de opiáceos decomisa en el mundo, con el 41 por ciento del total.

Además, la República Islámica es, después de Afganistán, el segundo país más perjudicado por la adicción al opio y la heroína, con 1,2 millones de personas afectadas.

Las sentencias en Irán por tráfico de drogas son muy duras y es común que se imponga la pena de muerte a personas detenidas con cantidades relativamente pequeñas de estupefacientes.

Cada año, cientos de personas son ejecutadas en Irán, alrededor del ochenta por ciento de ellas por tenencia o tráfico de drogas.

Según datos oficiales iraníes, en los últimos 34 años más de 4.000 agentes de la Policía han perdido la vida en el país en la lucha contra el narcotráfico, que se desarrolla sobre todo en las fronteras afgana y paquistaní.