Posada Carriles y Hizbulá causan polémica en el Consejo de Seguridad

  • Naciones Unidas.- El caso del anticastrista Luis Posada Carriles y el grupo chií libanés Hizbulá causaron hoy un enfrentamiento entre varios países en el Consejo de Seguridad de la ONU, en lo que debía ser en principio una reunión técnica sobre la política antiterrorista del organismo.

Posada Carriles y Hizbulá causan polémica en el Consejo de Seguridad
Posada Carriles y Hizbulá causan polémica en el Consejo de Seguridad

Naciones Unidas.- El caso del anticastrista Luis Posada Carriles y el grupo chií libanés Hizbulá causaron hoy un enfrentamiento entre varios países en el Consejo de Seguridad de la ONU, en lo que debía ser en principio una reunión técnica sobre la política antiterrorista del organismo.

Cuba y Venezuela intercambiaron acusaciones con Estados Unidos sobre la situación legal de Posada Carriles en suelo estadounidense, mientras que Israel se enfrentó a varios países árabes en relación a "la amenaza" que Hizbulá representa para el Estado hebreo.

En su intervención ante el Consejo, el embajador de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez, acusó a Washington de tener una actitud de "doble rasero" en el caso de Posada Carriles y le acusó de violar la doctrina antiterrorista de Naciones Unidas.

Por ello, exigió al Gobierno estadounidense que enjuicie al anticastrista por terrorismo o lo envíe a Venezuela, que solicita su extradición en relación a un atentado contra un avión en 1976, en el que murieron 73 personas.

"Si la nueva Administración norteamericana realmente desea demostrar su compromiso con la lucha antiterrorista, tiene la oportunidad ahora de actuar con firmeza y sin dobles raseros contra las organizaciones antiterroristas que, desde territorio de EE.UU., han venido agrediendo a Cuba", afirmó Núñez.

Además, pidió que se ponga fin a "la injusta e infundada" inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo elaborada por el departamento de Estado de EE.UU.

A las palabras del embajador cubano se sumó su homólogo venezolano, Jorge Valero, que en su intervención también exigió la extradición de Posada Carriles.

En respuesta, el representante de EE.UU., Jeff DeLaurentis, recordó que el anticastrista está la espera se ser juzgado en un tribunal estadounidense por varios cargos criminales, que incluyen fraude al solicitar la ciudadanía y declaraciones falsas relacionadas a su supuesto ingreso ilegal al país en 2005.

"Estas actuaciones se ajustan al derecho internacional, así como a nuestro marco legal, que proporciona garantías procesales y varias salvaguardas internacionales", afirmó.

Asimismo, señaló que la legislación estadounidense requiere imputar delitos a un acusado de los que se tienen pruebas, y bajo ese principio se ha actuado en el caso de Posada Carriles.

De inmediato, las delegaciones cubana y venezolana reaccionaron reiterando sus acusaciones y recordando que los delitos por los que se juzga al anticastrista son de carácter "menor".

"Me pregunto cuándo será procesado por las acciones terroristas que él mismo ha confesado cometer", agregó el embajador cubano, en relación a los atentados de 1997 contra hoteles en Cuba que Posada aparentemente se atribuyó en declaraciones a The New York Times, pero de las que luego se retractó.

La polémica sobre el caso Posada Carriles no fue lo único que hizo subir de tono la reunión, que en principio se debía limitar a revisar la labor de los tres comités técnicos del Consejo de Seguridad dedicados a la lucha contra el terrorismo.

La embajadora de Israel ante la ONU, Gabriela Shalev, también despertó el rechazo de otras delegaciones al acusar a otros estados miembros del organismo de "apoyar, abrigar, financiar, entrenar, transferir y entrar de contrabando terroristas y armas" en Oriente Medio.

"Las organizaciones terroristas más peligrosas que amenazan a Israel son Hamás, en el sur, e Hizbulá, en el norte", dijo la representante israelí, que pidió la implementación de las resoluciones 1.373 y 1.624 contra el terrorismo en estos dos casos.

Las declaraciones de Shalev generaron, entre otras, la respuesta de la representante de Líbano, Caroline Ziade, quien recordó que el grupo chií es una de las formaciones políticas representadas en el parlamento de su país.

"Por eso debemos diferenciar entre terrorismo y el derecho legítimo de las naciones a resistirse a las ocupaciones extranjeras", dijo Ziade.

Asimismo, resaltó que lamentaba que "un país agresor de sus vecinos" mencionara el nombre de Hizbulá "para desviar este debate de su curso, que se centraba en cuestiones técnicas".

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