Prensa china también acusa de corrupción a la firma oftalmológica Alcon

Shanghái (China), 18 sep.- Tras la investigación policial a la farmacéutica británica GSK por una red de sobornos en China, descubierta este verano y que se ha extendido después a otras firmas del sector, la prensa oficial china apunta también ahora a la oftalmológica Alcon como sospechosa de sobornos a médicos del país.

Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", la firma estadounidense, que pertenece al grupo farmacéutico suizo Novartis, presuntamente sobornó a centros médicos chinos, mediante fondos para investigación o becas para programas de prueba de tratamientos pos-clínicos, para aumentar sus ventas de lentes intraoculares.

Alcon mantuvo el año pasado un programa específico, llamado "Estudio de la Experiencia del Paciente", por el que ofreció de esa manera fondos de investigación por valor de 1,4 millones de yuanes (171.194 euros, 228.698 dólares), según pruebas presentadas por un informante anónimo al diario cantonés "21 Shiji Huanqiu Jingji Bao".

Mediante este programa Alcon ofreció esos fondos a al menos 200 hospitales de todo el país, incluidos algunos de los más prestigiosos, como el Ruijin de Shanghái o el Hospital Militar Número 301 y el Hospital Universitario de la Unión Médica de Pekín.

El programa ofrecía a los médicos sumas de entre 200 y 500 yuanes (entre 24,4 euros, o 32,6 dólares, y 61,1 euros, o 81,6 dólares) por cada caso que investigaran en pacientes con las seis categorías de productos que quería poner a prueba, incluidos Restor y Toric, sus implantes contra las cataratas y la presbiopía.

Alcon respondió al diario shanghainés sobre estas acusaciones que la compañía "no tolera actividades que no cumplan las leyes y regulaciones de los mercados en los que operamos".

De hecho, precisó que llevó a cabo una investigación interna sobre ese programa mencionado, que puso en marcha en 2012, y comprobó que sus empleados actúan de acuerdo con la ley china y con sus estándares internos de comportamiento en esas operaciones.

Desde el Hospital Ruijin de Shanghái, además, un directivo del centro, Ding Yanmin, negó su participación en el programa o que ninguno de sus médicos recibiera sobornos de Alcon.

"Nuestro departamento de oftalmología solicitó participar en el programa, pero fuimos descalificados", precisó Ding, que aseguró además que "el periódico no confirmó el tema con el hospital antes de publicar la historia".

Otros medios estatales chinos han continuado en las últimas semanas sus propias investigaciones y acusaciones de sobornos a médicos chinos contra firmas extranjeras, como ocurrió ayer mismo con la televisión nacional CCTV, que aseguró que la láctea francesa Danone pagó para que su leche en polvo se diese a recién nacidos.

La policía china empezó a investigar en julio a la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) por crear una red de sobornos para aumentar sus ventas en el país, para lo que llegó a detener a cuatro de sus directivos en China, mientras Pekín baraja imponerle multas astronómicas por inducir a su personal a crear esa red delictiva.

La firma está acusada de destinar unos 3.000 millones de yuanes (372 millones de euros, 490 millones de dólares) a sobornos a médicos y centros sanitarios, así como de evasión de impuestos.

Tras el escándalo de GSK, las autoridades chinas empezaron a investigar también a la farmacéutica francesa Sanofi por posible corrupción, y ha visitado plantas de las danesas Novo Nordisk y Lundbeck, la belga UCB, la británica AstraZeneca y la estadounidense Eli Lilly.

La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China protestó a principios de septiembre por lo que considera una investigación "discriminatoria" dirigida solamente contra firmas extranjeras y no contra las farmacéuticas chinas.