"Está en casa después de que le otorgaran el indulto presidencial. Goza de buen estado de salud", ha indicado la familia del activista, cuya puesta en libertad ha tenido lugar después de que el administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Mark Green, acudiera a Sudán.
Varios grupos de defensa de los Derechos Humanos habían instado en reiteradas ocasiones a las autoridades sudanesas a poner en libertad a Ibrahim, que se enfrentaba a la pena capital desde que fue detenido en diciembre del año pasado.
Green se ha reunido esta semana con las autoridades de Sudán en el marco de una serie de medidas puestas en marcha para verificar si Jartum está cumpliendo con las condiciones estipuladas para proceder a una retirada de las sanciones impuestas por Washington contra el país africano.
Justo antes de abandonar la Casa Blanca, el expresidente Barack Obama retiró temporalmente algunas de las medidas impuestas contra Sudán, lo que supuso la suspensión de un embargo comercial.
En junio, la Fiscalía de Sudán, que imputó a Ibrahim por seis cargos --algunos de los cuales acarreaban la pena de muerte--, le acusó de participar en actividades de espionaje e Inteligencia a favor de embajadas extranjeras a cambio de dinero.
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