Según ha informado un portavoz de la Comandancia, los servicios realizados se han llevado a cabo por la Guardia Civil en el puerto de Melilla, correspondiendo a los registros selectivos realizados a los vehículos que embarcan en los buques correos que nos enlazan con la península.
La primera, en el preembarque del buque que partía con destino Almería, al inspeccionar una furgoneta marca Iveco, modelo Daily, con matrícula alemana, que era ocupado por una persona.
El portavoz policial ha explicado que el can detector de estupefacientes marcó indicios de llevar droga oculta, procediendo a la realización de un reconocimiento minucioso, que permitió la localización en el interior del depósito de gasoil, que había sido modificado, de "92 paquetes de estupefaciente", con un peso superior a 29 kilogramos.
El ocupante que fue detenido es un varón de 39 años, de nacionalidad marroquí y con residencia en Alemania.
La segunda, llevada a cabo en el preembarque del buque que partía con destino Motril, durante la inspección de un turismo marca Volkswagen modelo Bora, con matrícula española e igualmente ocupada por una persona.
La citada fuente ha señalado que, tras marcar el can detector de estupefacientes leves indicios de droga oculta, se realizó un reconocimiento profundo, sin que se apercibiese doble fondo o manipulación, continuando con el mismo hasta que finalmente se localizó la droga en el interior de la rueda delantera derecha donde han sido introducidos "42 paquetes de estupefaciente", con un peso superior a 15 kilogramos.
Su conductor, que fue detenido, es un varón de 49 años, de nacionalidad marroquí y con residencia en esta ciudad.
La droga intervenida en su totalidad corresponde al tipo "polen de hachís", que contiene la más alta concentración del principio activo de este tipo de estupefaciente.
Las dos personas detenidas han sido puestas a disposición judicial como supuestos autores de un delito contra la salud pública, junto a la droga intervenida en las mismas, más de 45 kilogramos, así como los vehículos utilizados en la comisión de los ilícitos; decretando la autoridad judicial el ingreso en prisión de los detenidos.
Con estas actuaciones, la Guardia Civil ha asegurado que ha evitado la distribución y comercialización en el mercado ilícito de más de 182.000 dosis.
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