Promesas, logros y amenazas pendientes tras cumbre nuclear en Washington

  • Washington .- La Cumbre sobre Seguridad Nuclear concluyó hoy con la promesa de asegurar todo el material radiactivo en cuatro años, varios anuncios para reducir o eliminar materiales peligrosos y la amenaza iraní omnipresente.

Promesas, logros y amenazas pendientes tras cumbre nuclear en Washington
Promesas, logros y amenazas pendientes tras cumbre nuclear en Washington

Washington .- La Cumbre sobre Seguridad Nuclear concluyó hoy con la promesa de asegurar todo el material radiactivo en cuatro años, varios anuncios para reducir o eliminar materiales peligrosos y la amenaza iraní omnipresente.

El anfitrión del evento, el presidente de EE.UU., Barack Obama, no dudó en proclamar que su país y el mundo estarán más seguros como resultado de las medidas adoptadas.

"Lo ocurrido hoy es una prueba de lo que es posible cuando los países se unen en un espíritu de cooperación para respaldar nuestra responsabilidad común y hacer frente a un desafío común", dijo Obama en referencia a la amenaza del terrorismo nuclear.

Hubo consenso, en ese sentido, en que el terrorismo nuclear es uno de los mayores peligros para la seguridad global y en que es necesario hacer todo lo necesario para impedir que grupos como Al Qaeda consigan uranio o plutonio de alto grado.

Obama reconoció, de todos modos, que la meta de lograr que todos los materiales queden a buen recaudo en cuatro años, "no será fácil" y requerirá medidas "osadas y pragmáticas" por parte de los países.

En el comunicado final, los 47 asistentes se comprometen, entre otras cosas, al intercambio de información contra el tráfico nuclear y a cooperar con la industria para asegurar los materiales radiactivos.

Es un objetivo, afirmó Obama, que los países no podrán lograr solos, sino en colaboración.

A parte de las promesas genéricas hubo también anuncios concretos en el marco de la cumbre.

Entre ellos estuvo la firma de un protocolo hoy entre EE.UU. y Rusia para deshacerse de al menos 34 toneladas métricas del excedente del plutonio altamente refinado de sus programas de Defensa, suficiente para producir 17.000 armas nucleares.

Además, EE.UU., Canadá y México acordaron colaborar para reemplazar el uranio altamente enriquecido de un reactor mexicano por otro de una gradación más baja y el presidente ruso Dmitri Medvédev anunció que su país cerrará su último reactor nuclear productor de plutonio.

El día anterior, antes del inicio oficial de la cumbre, Ucrania dio a conocer su intención de renunciar en dos años a su uranio altamente refinado y Canadá aseguró que entregará sus residuos nucleares a su proveedor, EE.U.U, en una iniciativa para garantizar la seguridad de los materiales atómicos.

Se trata, en opinión de Obama, de un "progreso sin precedentes", aunque requerirá, eso sí, "un esfuerzo continuo".

Más allá de eso y como todo hacía prever, Irán, el gran ausente en la cumbre estuvo muy presente.

Los planes de Teherán, al que Estados Unidos acusa de querer desarrollar armas atómicas, fue uno de los temas que centraron ayer la cita bilateral de Obama con su homólogo chino Hu Jintao.

Pekín se comprometió al final de la reunión a colaborar con EE.UU. en la resolución de la ONU sobre nuevas sanciones a Irán, decisión celebrada hoy por algunos de los pesos pesados del encuentro como la canciller alemana, Angela Merkel.

"Existen señales prometedoras de que Rusia y China, que antes se mostraban más reservados, continuarán con las conversaciones", afirmó la canciller alemana.

Precisó, de todos modos, que aunque "China forma ahora parte del proceso" no se puede decir "claramente" cuál será el resultado.

Irán es el tercer mayor proveedor de petróleo de China.

En una buena prueba de lo caldeado que está el ambiente en lo que al régimen de Teherán se refieren Brasil y Turquía sorprendieron hoy al presentar una oferta de mediación para frenar las sanciones.

EE.UU. dejó claro, de todas formas, que no cejará en sus planes de imponer consecuencias a Irán por su resistencia a cumplir la voluntad internacional y seguir adelante con su programa nuclear.

Y el presidente francés Nicolas Sarkozy dijo que quiere un acuerdo sobre una nueva ronda de sanciones como muy tarde para el próximo mes de mayo.

Los 47 países presentes en Washington acordaron volver a reunirse en Corea del Sur dentro de dos años, para una nueva cumbre en la que se examinarán los progresos alcanzados hasta entonces y nuevas medidas a adoptar.

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