Próximo Gobierno debe buscar "nuevos motores" de economía salvadoreña

  • El futuro Gobierno de El Salvador, que surgirá de la segunda vuelta electoral del próximo 9 de marzo, deberá buscar "nuevos motores" que impulsen el crecimiento económico del país, afirmó el investigador económico Ricardo Castaneda.

Luis Alfredo Martínez

San Salvador, 9 feb.- El futuro Gobierno de El Salvador, que surgirá de la segunda vuelta electoral del próximo 9 de marzo, deberá buscar "nuevos motores" que impulsen el crecimiento económico del país, afirmó el investigador económico Ricardo Castaneda.

Uno de los tres principales retos del Gobierno que asumirá el 1 de junio es "buscar nuevos motores de crecimiento para la economía", dijo en entrevista con Efe en San Salvador Castaneda, economista investigador del no gubernamental Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), con sede en Guatemala.

Explicó que "en los últimos 15 años El Salvador apenas ha crecido un 2 % (anual) en términos reales", lo cual demuestra "que realmente el crecimiento de El Salvador ha sido muy malo".

La economía salvadoreña creció un 2,3 % en 2013, según datos del Gobierno del presidente Mauricio Funes, que prevé un 2,6 % para 2014.

La principal fuente de divisas de El Salvador son las remesas familiares de los inmigrantes, que en 2013 sumaron unos 3.969,1 millones de dólares y representan alrededor del 16 % del producto interior bruto (PIB), de acuerdo con el Banco Central de Reserva.

El turismo ha superado en los últimos años al café como segundo sector de la economía salvadoreña y entre 2012 y 2013 los ingresos de ese sector crecieron en 17,2 %, de 771,6 a 904,2 millones de dólares, según datos oficiales.

El nuevo Gobierno estará en manos de Salvador Sánchez Cerén, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y ganador de la primera vuelta el 2 de febrero, o del opositor Norman Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Castaneda apuntó que los otros dos grandes "retos a nivel general" para la próxima Administración son la desigualdad social y la inseguridad, esta última, según las encuestas electorales, la principal preocupación de los salvadoreños.

"Si bien es cierto que ha habido mejoras en el tema social, aún tenemos dos millones de personas en pobreza y uno de cada cinco niños sufre desnutrición crónica; la desigualdad es un tema fundamental y un problema que va a enfrentar el nuevo Gobierno", añadió.

En relación con la inseguridad, señaló que "la tasa de homicidios ha bajado, pero la OMS (Organización Mundial de la Salud) todavía lo considera (a este problema) como una epidemia".

El Gobierno de Funes sostiene que una "tregua" o pacto entre las pandillas más violentas del país hizo bajar los homicidios en alrededor de 52 % desde marzo de 2012 y rechaza señalamientos de que negoció con esos grupos delictivos.

Castaneda comentó que, para decidir si hacen negocios en el país, los inversores extranjeros toman en cuenta "la baja productividad que tiene El Salvador, que en buena medida esta relacionada con los niveles educativos", así como "las tasas de inseguridad".

Indicó que otros retos económicos para el próximo Gobierno son los altos niveles de endeudamiento y déficit fiscal, que reducen la "capacidad de maniobra hacia el futuro".

El déficit fiscal cerraba en 2013 en 4,2 % del PIB, superando el 3,4 % de 2012, de acuerdo a estimaciones presentadas por el Gabinete Económico en diciembre pasado.

La deuda general del país en 2013 era de 13.989 millones de dólares, el 56,2 % del PIB, según ese reporte oficial.

Castaneda señaló que gran parte del peso del endeudamiento del Estado salvadoreño es la deuda de pensiones, que vuelve el "tema mucho más complicado".

Subrayó que "a El Salvador prácticamente el único motor económico que le está quedando es su población", por lo que "de cara al futuro desde ya tiene que invertir en educación".

El economista comentó que "en algunas propuestas de Gobierno" los candidatos presidenciales "siguen planteando que El Salvador va a mejorar el crecimiento a través de la competitividad y de incentivos fiscales".

Sin embargo, aseveró que esa visión "se debe cambiar" porque "ha quedado demostrado en diferentes estudios que los incentivos fiscales no otorgan competitividad a los países".

El Gobierno de Funes le apuesta a que la concesión del puerto de La Unión (Pacífico) y dos programas de ayuda de Estados Unidos, uno de ellos por 277 millones de dólares en donaciones para proyectos de desarrollo, impulsen la economía en 2014.

El Salvador "necesita un gran acuerdo nacional para encontrar aquellos sectores a los cuales debamos de apostar" para impulsar la economía; "de lo contrario, seguiremos manteniendo magras tasas" de crecimiento, apostilló Castaneda.

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