Rajoy descarta cambios en el partido y defiende que gobierne la lista más votada

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido esta tarde al término del Comité Ejecutivo del PP y ha admitido que los resultados del 24-M "no son los que nos hubiera gustado". "Tenemos que ser más cercanos y comunicar más a los españoles", ha reconocido.

No obstante, Rajoy se ha agarrado con insistencia al hecho de que su partido haya sido la fuerza política más votada en España, pese a que ello le resulta insuficiente para mantener sus mayorías absolutas y no evite que pierda varias plazas estratégicas, a manos de coaliciones de izquierda.

"La victoria del PP es incuestionable pero también es evidente que no hemos alcanzado la mayoría que los ciudadanos nos confiaron hace cuatro años", ha admitido el Jefe del Ejecutivo, que ha admitido también que los resultados no les permiten estar "satisfechos". Rajoy ha avanzado que la dirección el partido se volverá a reunir en los próximos días para llevar a cabo un análisis "detallado" de los resultados de este pasado domingo.

Los malos datos no provocarán en cambio, a priori, ningún cambio en la Ejecutiva del partido. Rajoy ha descartado relevar a su equipo de confianza y ha zanjado el debate sobre su posible relevo asegurando sentirse "muy cómodo y muy tranquilo" en el partido. "Creo conocerlo bien", ha dicho a los periodistas. "No me parece que el problema venga de cambiar o dejar de cambiar", ha añadido para cerrar la respuesta, y en referencia clara a la secretaria general, María Dolores de Cospedal y al encargado de campaña, Carlos Floriano.

El presidente del Gobierno ha insistido además en que el partido se moverá en la línea de que se respete la línea más votada. "Creo que es absolutamente democrático", ha dicho Rajoy, que ha recordado también que trató de presentar una proposición no de ley en las Cortes para cambiar este punto de la ley electoral, si bien después decidió no hacerlo al considerar poco apropiado que la ley "se cambie por una mayoría". No obstante, no ha descartado los pactos allí donde los populares no tengan mayoría suficiente. "Nuestra filosofía será la de ofrecer pactos transparentes y estables", ha subrayado, si bien reiterando que su objetivo es el de defender que gobierne quien más votos tenga. "Es lo que quieren la mayoría de españoles", ha advertido.

Pese a la insistencia en el turno de preguntas, Rajoy ha despejado cualquier ejercicio de autocrítica, defendiendo que su partido ha gobernado "en la época más difícil que le ha tocado a un gobierno en la historia más reciente". En este punto, se ha mostrado "seguro" de que los españoles "van a reconocer el esfuerzo en las próximas generales".

Los resultados no llevarán tampoco a un viraje en la estrategia, ha asegurado Rajoy, centrada, ha dicho, en "mantener la recuperación económica para que llegue a todos". Más allá de las políticas llevadas a cabo por los populares durante la crisis, una de las causas reconocidas de la debacle del PP en estos comicios, Rajoy se ha referido a los casos de corrupción conocidos "en las últimas fechas aunque vinieran de tiempos muy atrás". El presidente del Gobierno se ha comprometido a trabajar para recuperar la confianza de quienes les votaron hace cuatro años y también para "convencer" a aquellos que no lo han hecho nunca, y ha recurrido al argumento de la "estabilidad" para tratar de mover al electorado.