Reforma fiscal. El psoe concretará su alternativa “sólida, solvente y justa” como respuesta a las medidas del gobierno

El PSOE irá concretando su propuesta de reforma fiscal “sólida, solvente y justa” desde el punto de vista de la carga impositiva y de la redistribución de la riqueza, como respuesta a las medidas aprobadas por el Gobierno, para demostrar a los ciudadanos que en ese ámbito hay claras diferencias entre unos y otros.
Lo anunciaron en rueda de prensa el secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha, y el portavoz en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados, Pedro Saura.
Los socialistas mantienen las conclusiones de su Conferencia Política como base para definir las líneas generales de su propuesta fiscal, y la irán concretando aprovechando la tramitación de las medidas aprobadas por el Gobierno, no solo para “criticarla y sacar a la luz lo que esconde”, explicó De la Rocha, sino también para demostrar a los ciudadanos “que tenemos una alternativa concreta, nítidamente socialdemócrata”.
Por ello, presentarán enmiendas de totalidad a los proyectos del Gobierno, en paralelo a una “ofensiva política” en la que plasmarán sus propuestas, como iniciativas parlamentarias pero también directamente ante los medios de comunicación y en las propias agrupaciones del partido, para llegar a los ciudadanos con la idea de que “existe otra forma de recaudar, mucho más justa, eficaz y deseable”, explicó De la Rocha.
Los socialistas insisten en que la política fiscal es una de las herramientas más potentes para combatir la desigualdad y la pobreza, y por tanto es uno de los pilares que definen “el modelo de país y de sociedad” que cada cual defiende.
Ambos denunciaron que las medidas aprobadas por el Gobierno suponen en realidad “una transferencia de renta” desde las clases medias y trabajadoras hacia los grandes patrimonios, que se benefician de cerca del 60% del coste recaudatorio, estimado en unos 9.000 millones de euros.
A ello se une el temor de que, para cumplir los objetivos de déficit público, lo que hoy son promesas de bajadas de impuestos “al calor de las elecciones” se convertirán en el futuro en más subidas de tributos indirectos y en recortes en servicios sociales y prestaciones públicas, un “rediseño a la baja del estado del bienestar”.
Frente a ello, defenderán su alternativa para aumentar en unos 40.000 millones en cuatro años la recaudación, sin subir impuestos a clases medias y trabajadores pero haciendo realidad el principio de “quien más tiene, más paga”, gravando de forma conjunta el patrimonio y la riqueza de los ciudadanos, al margen del tipo y el origen, y combatiendo de forma decidida el fraude y la evasión fiscal.
Pedro Saura insistió en referirse al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como un “trilero fiscal” por prometer rebajas fiscales a los trabajadores, cuando en realidad las rentas más bajas se ahorrarán apenas 300 euros anuales en el IRPF y las más altas entre 4.000 y 12.000, en un momento en el que estado del bienestar, del que se benefician sobre todo las rentas medias y bajas, está “famélico”.