Registros y detenciones en Bélgica pero sigue en fuga sospechoso de atentados de París

  • Las autoridades belgas detuvieron este domingo a 16 personas en una importante operación antiterrorista pero no lograron interceptar a un sospechoso clave de los atentados de París, Salah Abdeslam.

La amenaza "seria e inminente" de atentados similares a los de París llevó al gobierno belga a mantener al máximo nivel este lunes la alerta terrorista, por la que el fin de semana se cerraron los metros y los centros comerciales y se desplegaron militares en la capital del reino.

"El llamado Abdeslam no fue interceptado", dijo el portavoz de la fiscalía, Eric Van Der Sypt en una rueda de prensa el lunes de madrugada. "Ni armas ni explosivos fueron hallados" en los registros, añadió.

"La instrucción continúa por lo que no podemos dar más informaciones de momento", añadió sin revelar las identidades de los detenidos.

La mayoría de registros se llevaron a cabo en diferentes barrios de Bruselas, la capital del país y sede de las principales instituciones europeas, que el lunes permanecerá en estado de máxima alerta.

En una ciudad prácticamente blindada y desierta por el estado de alerta, las fuerzas de seguridad buscaban a varios sospechosos y en particular a Salah Abdeslam, que tuvo al menos un rol logístico en los atentados de París, reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), que dejaron 130 muertos.

Abdeslam, calificado de "enemigo público número uno", sigue prófugo nueve días después de los atentados. Según dos individuos que aseguran haberlo ayudado y que han sido imputados por la justicia belga habría huido a Bélgica.

Según la abogada de uno de ellos, durante el trayecto de París a Bruselas, Abdeslam parecía "muy nervioso" y "quizá dispuesto a hacerse estallar". Pero según su hermano, Mohammed Abdeslam, "Salah es muy inteligente y (...) en el último momento decidió dar marcha atrás".

"Quizá viera o escuchara algo que no se esperaba y decidió no llegar hasta el final de lo que deseaba hacer", añadió su hermano Abdeslam en una entrevista a la televisión belga.

Otro de los hermanos Abdeslam, Brahim, se hizo estallar en un restaurante parisino el 13 de noviembre.

El lunes, Bruselas mantendrá el máximo nivel de alerta, antiterrorista, decretado el sábado, por temor una amenaza "considerada como seria e inminente", dijo el primer ministro Charles Michel, y aseguró que "se está haciendo todo lo posible para volver a una situación normal".

El metro y las escuelas estarán cerradas y tampoco abrirán los centros comerciales ni los mercados. Las autoridades mantuvieron en cambio dos reuniones ministeriales la Unión Europea.

La decisión de mantener el nivel 4 de alerta en la región de Bruselas se adoptó en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad, que agrupa a los principales ministros y agencias de seguridad belgas. En el resto del país se mantendrá el nivel 3 (amenaza "posible y verosímil").

"Tememos ataques similares a los de París, de varios individuos, con ofensivas en varios sitios" a la vez, contra "lugares muy frecuentados", dijo Michel.

Hacia la medianoche del domingo, los barrios de Bruselas donde se llevaron a cabo las operaciones regresaban lentamente a la calma, constató la AFP.

Pocos vehículos circulaban. Estaban sobre todo presentes los coches de la policía y del Ejército que permanecían en alerta en lugares estratégicos como la estación central de trenes, la Gran Plaza o la residencia del primer ministro.

En Francia, la policía difundió un aviso de búsqueda con una foto para identificar al tercer kamikaze que se hizo explotar el 13 de noviembre en las afueras del Estadio de Francia, al norte de París.

El individuo había sido registrado en Grecia el pasado 3 de octubre, junto a otro kamikaze, que sigue sin ser identificado. El hombre había presentado un pasaporte sirio a nombre de Mohammad al Mahmod.

La policía sólo conoce hasta ahora la identidad de uno de los tres yihadistas que se hicieron estallar cerca del Estadio de Francia, Bilal Hadfi, un francés de 20 años que vivía en Bélgica.

Los atentados de París ensombrecen la conferencia sobre el clima que comienza en París el 30 de noviembre y en la que deben participar unos 130 jefes de Estado y de gobierno.

El presidente estadounidense, Barack Obama, reafirmó el domingo que acudirá a la cumbre para enviar el mensaje de que "la crueldad de un puñado de asesinos no impedirá al mundo ocuparse de los asuntos importantes".

Por su parte el presidente francés, François Hollande, quiere coordinar esfuerzos en el combate contra el EI, que controla amplias regiones de Siria e Irak.

El lunes se entrevistará con el primer ministro británico David Cameron, el martes en Washington con Obama, el miércoles en París con la canciller alemana Angela Merkel y el jueves en Moscú con el presidente ruso Vladimir Putin.

También esta semana Francia rendirá homenaje a las víctimas. Los primeros entierros se llevarán a cabo el lunes tras largos procesos de identificación y el viernes habrá una ceremonia de homenaje nacional.

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