Washington, 13 nov.- Harry Reid revalidó hoy su liderazgo entre los demócratas del Senado, que ostenta desde 2005, y encabezará la nueva minoría de la Cámara alta, en la que tendrá un papel clave Elizabeth Warren, adalid del ala más progresista del partido.
"Vamos a ampliar nuestro liderazgo, vamos a hacer las cosas de manera un poco diferente, con una estrategia un poco diferente", dijo Reid a la prensa tras concluir una reunión a puerta cerrada del Caucus Demócrata del Senado que duró casi cuatro horas.
La debacle electoral del 4 de noviembre, que dio a los republicanos el control absoluto del Congreso, pasó factura a Reid, que aunque no tenía oponente enfrentó los votos en contra de al menos seis senadores de estados bisagra (en estrecha disputa para los dos principales partidos) o de tendencia conservadora.
En nueve años de liderazgo esta es la mayor oposición interna que ha recibido Reid, de 74, que enfrentará su propia reelección como senador por Nevada en 2016.
Una de las críticas que ha recibido tras la campaña de las legislativas es que el partido no defendió suficientemente la agenda más progresista.
En un intento por contentar a este sector del partido, Reid ha creado un nuevo puesto dentro del liderazgo de la nueva minoría demócrata en el Senado para Warren, icono progresista y estrella en alza entre el ala más a la izquierda y los jóvenes.
El nuevo cargo de Warren es "asesora de estrategia política del Comité Demócrata de Comunicaciones y Políticas", es decir, la encargada de hacer llegar el mensaje a los electores y aconsejar en las estrategias de su partido, al que le urge retomar el impulso tras la sonora derrota del 4 de noviembre.
Para compensar y tranquilizar a los demócratas de estados conservadores, el senador por Montana Jon Tester asumirá el liderazgo del Comité de Campaña Demócrata del Senado, el brazo político del Caucus.
Situar a Warren, una beligerante política de izquierdas, en un puesto tan destacado podría complicar el entendimiento que dicen buscar ambos partidos en un Senado controlado por los republicanos y en el que el ala ultraconservadora ganó peso en las legislativas.
Warren, de 65 años y senadora novel por Massachusetts desde 2012, goza de una gran popularidad entre las bases más progresistas y especialmente entre los jóvenes, lo que la ha colocado en los vaticinios de potenciales candidatos presidenciales en 2016.
Ella asegura que no pretende presentarse y que su objetivo es completar su mandato como senadora hasta 2018, pero los demócratas más progresistas ven en ella una alternativa a Hillary Clinton, la candidata del establishment -el aparato- que todos dan por segura en EE.UU.
La senadora por Massachusetts, muy crítica con Wall Street, estuvo detrás de la reforma del sistema financiero aprobada por Obama, de quien fue asesora antes de incorporarse a la Cámara Alta.
La nueva minoría demócrata en el Senado podría tener entre 48 y 47 senadores, en función de quién gane en Luisiana en la segunda vuelta del seis de enero, mes en el que se inaugurará el nuevo Congreso tras las elecciones legislativas de noviembre en las que los republicanos se hicieron con el control absoluto en el Capitolio.
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