Reñidas primarias están separando al Partido Republicano de las clases medias

  • Mitt Romney y Rick Santorum, los dos precandidatos republicanos mejor colocados para disputar a Barack Obama la presidencia de EE.UU., están haciendo declaraciones durante las primarias que, según empiezan a advertir los analistas, pueden separar a su partido de las clases medias.

María Peña

Washington, 1 mar.- Mitt Romney y Rick Santorum, los dos precandidatos republicanos mejor colocados para disputar a Barack Obama la presidencia de EE.UU., están haciendo declaraciones durante las primarias que, según empiezan a advertir los analistas, pueden separar a su partido de las clases medias.

Aunque es Obama quien ha sido acusado desde 2008 por la oposición republicana de fomentar la discordia entre ricos y pobres en EE.UU., los últimos gestos y afirmaciones de ambos en las primarias republicanas abonan la idea de que una lógica de "lucha de clases" se está instalando entre los republicanos.

A ello contribuiría tanto la incomodidad que se le observa a Mitt Romney, heredero de una dinastía política de Michigan, con la gente corriente, como el aparente desdén expresado recientemente por Rick Santorum hacia los universitarios.

Romney no logra sacudirse la imagen de un multimillonario que se codea con dueños de la NASCAR (una competición automovilística muy popular entre los conservadores de zonas rurales), posee un par de Cadillacs y cree que los 374.000 dólares que ganó por ocho discursos el año pasado son migajas.

El domingo pasado en Florida, Romney se paseó por la parrilla de salida de las 500 millas de Daytona con una chaqueta de esa carrera de la NASCAR y pantalones vaqueros tratando de demostrar afinidad con un deporte que, según confesó luego, no sigue.

Mientras, Santorum, que conecta con el ala más conservadora del partido al condenar el aborto y el sexo prematrimonial, ha atacado la afirmación de Obama de que todos los jóvenes deberían poder realizar estudios superiores.

El sábado pasado, en un evento en Troy (Michigan), Santorum acusó a Obama de ser un "esnob" por querer que más jóvenes persigan una enseñanza superior.

"Entiendo por qué (Obama) quiere que vayan a la universidad. Los quiere hacer a su semejanza", manifestó Santorum, y aseguró que muchos estadounidenses "trabajan duro" sin ser "adoctrinados" en recintos progresistas.

Sus comentarios han provocado reacciones adversas entre muchos republicanos que no sólo tienen estudios superiores, sino que mantienen una feroz lealtad hacia las universidades donde se educaron.

Cuanto más hablan Romney y Santorum, más revelan ideas que, si bien suman adeptos entre la derecha religiosa, podrían espantar a independientes y moderados, que conforman un bloque electoral clave en EE.UU.

Larry Sabato, analista político de la Universidad de Virginia, resta gravedad a las manifestaciones que hacen los candidatos en esta fase de la contienda: "Las primarias -dijo a Efe- suelen exagerar las diferencias entre los candidatos, aunque estos coincidan en la mayoría de los asuntos. Muchas veces surgen divisiones sobre clases sociales u otros asuntos, como sucedió entre Obama y (Hillary) Clinton en 2008".

"Romney encuentra apoyo entre los más educados y los más ricos, y Santorum entre los de clase media... algunas veces el partido se une, y otras no. Aunque Romney probablemente logre la candidatura al final, tendremos que esperar a ver cuán divisoria se vuelve esta contienda", reconoció.

Analistas conservadores como Marc Thiessen, del American Enterprise Institute (AEI), creen que el gran fallo de los republicanos es no lanzar una auténtica ofensiva contra Obama.

"Deberían decir: Señor presidente, sus políticas exacerban la desigualdad salarial" con un aumento de la pobreza, cerca de 13 millones de desempleados y millones más en la economía informal, aconsejó Thiessen.

Si tras su éxito en las elecciones legislativas de noviembre de 2010, los conservadores imaginaban una Casa Blanca en 2012 en manos republicanas, la realidad ahora es que ni Romney ni Santorum logran convencer a la base.

"La gente pasó de sentirse muy confiada de vencer al presidente Obama hace unos meses, al pesimismo de ahora", diagnosticó en declaraciones a la cadena MSNBC Steve Schmidt, exgerente de la campaña presidencial del senador republicano John McCain en 2008.

Muchos conservadores se preguntan si Romney logrará asestar el nocaut y evitar una lucha prolongada por la candidatura.

La respuesta podría surgir en el "súper martes" de la próxima semana, cuando diez estados, casi todos en territorio conservador, realicen primarias.

De cara a su convención nacional en Tampa (Florida) en agosto, los republicanos empiezan a preferir un final doloroso a un dolor sin final.

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