Responsable turco alaba la política de neutralidad libanesa respecto a Siria

Beirut, 30 jun.- Un asesor del Ministerio turco de Asuntos Exteriores, Mizot Oscan, ha alabado "la política de neutralidad" adoptada por el Líbano respecto a la crisis en Siria, ante las repercusiones que tendría la expansión del conflicto por otros países, en una entrevista publicada hoy por el diario An Nahar.

"Si se produjera cualquier tipo de guerra en el Líbano, se convertiría en un problema para toda la región, así que es positivo mantener al Líbano alejado del conflicto en Siria. Nuestra postura es clara. Nos oponemos a las divisiones sectarias que causan problemas", manifestó Oscan al periódico libanés.

En ese sentido, el asesor turco subrayó que "las autoridades libanesas son conscientes de los impactos negativos, en caso de la expansión del conflicto en Siria".

Destacó que Turquía está "preocupada" por la situación en el Líbano tras los incidentes que han ocurrido en Beirut y en varias regiones del país, y los vínculos entre ellos y un posible brote de violencia sectaria en el país.

Por otro lado, acusó al régimen sirio de utilizar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), "como lo hizo en la década de 1980 y 1990" contra su país, que está haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar riesgos.

Sobre el derribo de un avión turco por las defensas antiaéreas sirias, Oscan aseguró que Ankara "no quiere entrar en conflicto con Siria", aunque advirtió de que su país solo "busca proteger su territorio y derechos, y responderá a cualquier incidente similar que pudiera ocurrir, de acuerdo a las leyes internacionales".

En cuanto a los once chiíes libaneses secuestrados el 22 de mayo en la provincia siria de Alepo cuando regresaban de un peregrinaje en Irán, el responsable turco aseguró que su Gobierno trabaja para obtener su liberación.

Un grupo desconocido hasta ahora, los denominados "Revolucionarios de Siria-Rif Alepo", se atribuyó este secuestro en venganza por el apoyo del grupo chií libanés Hizbulá al régimen de Bachar al Asad.