Acuerdos, apariencias y traiciones en la carrera electoral del 26-J

  • Los avances del diálogo exhibido hoy pueden ser tan solo una apariencia para tratar de culpar al otro de la repetición de las elecciones

    Si nadie cambia de opinión vamos encaminados a unas nuevas elecciones el 26 de junio

Acuerdos, apariencias y traiciones en la carrera electoral del 26-J
Acuerdos, apariencias y traiciones en la carrera electoral del 26-J
David Aragonés

¿Paripé o voluntad de acuerdo? ¿Estamos más cerca de un Gobierno o de las elecciones?

Es la pregunta que se hace todo el mundo después de la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Si escuchamos al presidenciable socialista pudiera parecer que estamos más cerca del ansiado 'Gobierno del cambio'. Si escuchamos a Pablo Iglesias vemos un líder más tranquilo y pausado que sigue con las mismas exigencias.Y si ponemos el foco en Ciudadanos todo sigue tan lejos como antes de la reunión.

“Con todas las cautelas, hoy estamos más cerca del Gobierno del cambio”, decía el candidato socialista al principio de su intervención. Después, a las preguntas de los periodistas el líder del PSOE matizaba su optimismo: “Es casi imposible un tripartito pero lo voy a intentar”.

Sí es verdad que algo han cambiado las cosas: los vetos. Puede ser de cara a la galería o puede que se traten de buenas intenciones.

Si nos hubieran dicho hace unos días que Ciudadanos y Podemos se fueran a sentar en la misma mesa no nos lo creeríamos. Hoy, al menos, esa foto de mesa a tres, está más cerca. Hace unos días Ciudadanos no quería saber nada de Podemos y Podemos no podía ni ver a Ciudadanos. Ahora se van a sentar en la misma mesa de negociaciones aunque el acuerdo parece imposible.La mesa a tres: un avance

Se van a sentar y eso hay que reconocer que se trata de un avance. Podemos y Ciudadanos se han retirado el veto, pero solo en parte. Ciudadanos apuesta por la vía 131 (PSOE+ Ciudadanos+ Coalición Canaria) que logre la abstención del PP en primera instancia. Si esto no fuera posible, que no lo parece, no le importaría que Podemos se abstuviera. Eso es otro avance, ya no descarta negociar con Iglesias para que lograr acuerdos. El veto viene después: no quiere a Podemos en el Gobierno. Así lo ha explicado José Manuel Villegas: “Estamos abiertos a llegar acuerdos con Podemos en una mesa en la que haya acuerdos programáticos, pero no vamos a apoyar ni por activa ni por pasiva un gobierno con Podemos que aplique el programa electoral de Podemos". Eso por un lado y por otro el partido naranja sigue trabajando para buscar un pacto con el PP.

Podemos, por su parte, apuesta por la vía 161, es decir, por el Gobierno a la “valenciana”. Un ejecutivo compuesto por PSOE, Podemos e IU. Y para ello Iglesias está dispuesto a sentarse con Albert Rivera para “pedirle su abstención”. Aquí Podemos levanta un veto. Iñigo Errejón no descartó el martes estudiar una propuesta de ministros de Ciudadanos y Podemos. Hoy su jefe sí lo ha vetado y le ha llevado la contraria.

Y Sánchez habla de la vía 199, es decir, PSOE, Podemos y Ciudadanos. En esta ecuación se olvida de Coalición Canaria e Izquierda Unida, por cierto. Por eso va a convocar la mesa a tres con Rivera e Iglesias, que descabeza a Errejón, y pasa a capitanear su equipo negociador.El culpable de que haya elecciones pierde

No hay que olvidar que todo esto es un juego de apariencias y de colocarse en el mejor puesto de la parrilla de salida para unas nuevas elecciones. Aquí pierde quién la ciudadanía vea como culpable de no lograr el acuerdo. Todos salvo el PP, que parece que juega en otra Liga.

Por eso, porque todo es un juego electoral, Pablo Iglesias ha dicho hoy que renuncia a ser vicepresidente. Sabe que su imagen no es buena desde aquello de la “cal viva” y por eso hoy ha rebajado su tono y ha querido parecer más humilde. Renuncia a una vicepresidencia que él mismo se había otorgado. Sin embargo no renuncia a que el vicepresidente sea de Podemos. Es más ha dejado tres nombres: Errejón, Echenique y Bescansa. Ciudadanos y PSOE han contestado rápidamente. "Iglesias sigue hablando de sillas", ha dicho Villegas o "Iglesias se propuso solo y se autoexcluye él solo", ha contestado Sánchez.

¿Se imaginan esa foto a tres? ¿Quién sale ganando? Podría pensarse que los socialistas habrían logrado su objetivo de sentar a aquellos que pueden ser sus socios de Gobierno. No hay motivo pues para pensar que los socialistas salgan perdiendo con esa foto.

¿Y los demás? ¿Cómo sentará a los votantes de Ciudadanos, que vienen en su mayoría del PP, esa foto con Iglesias? No parece que los votantes del partido naranja les haga mucha gracia ver a Albert Rivera reunirse con Iglesias. Sin embargo, este cambio de rumbo en el partido morado, sí que puede traer beneficios a Iglesias y los suyos. La actitud hasta ahora de bloquear cualquier tipo de acuerdo con PSOE (y Ciudadanos) ha sido castigada de forma palpable en las encuestas.

En definitiva todos miran al 26 de junio. “Soy un hombre de palabra y todo acuerdo que me haga presidente tiene que tener el sí de Ciudadanos”, ha dicho Sánchez. Si los demás cumplen con sus promesas (y vetos) vamos encaminados a elecciones. Sólo podríamos tener un Gobierno antes del tres de mayo si alguno de los tres cambian de posición, lo que puede suponer una traición o bien al pacto o bien a sus propios votantes.

Si Ciudadanos entra en un Gobierno con Podemos se traiciona a sí mismo y sobre todo a sus votantes. Si Podemos entra en un Gobierno en el que esté Ciudadanos ocurriría algo parecido. Sánchez juega a que alguno de los dos se abstenga y le permita gobernar. Algo que tampoco parece viable ya que Rivera ha dicho que votará 'no' a un Gobierno que en el que esté Podemos. La abstención de Podemos sería lo más viable, en el juego de ganancias y pérdidas con sus propios votantes, teniendo en cuenta que los votantes morados son los más críticos con su dirección tras la investidura fallida y no haber apoyado a Sánchez a principios de marzo.

Si esto se llegara a producir sería un cambio radical con la propuesta actual de Iglesias de sólo votar 'sí'si hay un gobierno de coalición. Si todos cumplen con su palabra y no retiran sus vetos, el domingo 26 de junio volveremos a votar. Si esto es así es porque los partidos habrán sabido culpar al otro de que haya esa repetición de elecciones. De ahí todos los movimientos que hemos visto hoy. El que más y mejor aparente intentar llegar a acuerdos saldrá reforzado y partirá con ventaja en la carrera electoral. 

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