Rsc. La industria juguetera china, bajo sospecha por violación de derechos humanos y laborales


La industria juguetera china, una de las principales proveedoras de las grandes marcas occidentales, como Mattel, Fisher-Price, Disney, Hasbro y Crayola, vuelve a estar bajo sospecha por violación de los derechos humanos y laborales de sus trabajadores, después de que China Labor Watch (CLW) haya publicado un informe sobre las condiciones de sus empleados en diversas fábricas del gigante asiático.
En concreto, el informe recoge una investigación llevada a cabo entre los meses de junio y noviembre en cuatro plantas situadas en Guangdong, como son Mattel Electronics Dongguan (MED), Zhongshan Coronet Toys (Coronet), Dongguan Chang’an Mattel Toys 2nd Factory (MCA) y Dongguan Lung Cheong Toys (Lung Cheong), en la que se ha entrevistado a trabajadores de las mismas y se ha recogido información de diversas personas que han estado trabajando de incógnito, según informó CLW.
La investigación detalla al menos veinte violaciones de derechos que incluyen prácticas discriminatorias en la contratación, retención de los identificadores personales de los trabajadores, falta de exámenes físicos a pesar de las condiciones peligrosas con riesgo, ausencia de equipos de protección, escasa formación en materia de seguridad e higiene laboral, maquinaria de producción en malas condiciones, realización de horas extra superiores a las 120 mensuales, salarios pendientes de pago, procedimientos de renuncia contractual irregulares y falta de canales efectivos de quejas y representación sindical, entre otras irregularidades.
En 2007, CLW ya realizó una primera investigación en las fábricas que producían para algunas de las mismas grandes marcas de juguetes y descubrió muchos de los mismos abusos laborales que se han encontrado en esta ocasión, lo que sugiere, según la organización, que en los últimos siete años el estado de las condiciones de trabajo en la industria de la fabricación de juguetes en China no ha mejorado, e incluso se ha producido cierto deterioro en relación con otras industrias.
Para esta entidad defensora de los derechos humanos, estas violaciones están relacionadas con la forma en que las grandes multinacionales jugueteras gestionan su cadena de suministro. En este sentido, indica que fragmentan sus pedidos entre un gran número de proveedores con el fin de asegurarse al producción global. Además, pueden cambiar sus órdenes entre los proveedores con relativa facilidad, lo que pone a los proveedores en una posición negociadora débil.
Sin embargo, agrega CLW, las multinacionales mantienen estrictas exigencias sobre la calidad del material y el producto, por lo que los costes laborales en última instancia se convierten en el único factor flexible. Los trabajadores, situados en la parte inferior de este sistema, se ven obligados a asumir el coste.
Por todo ello, CLW urge a los líderes de la industria de los juguetes a que tomen medidas que mejoren las condiciones laborales en sus cadenas de suministro. En primer lugar, afirma que las condiciones de trabajo en la industria del juguete deben ser transparentes y las empresas de juguetes y sus proveedores deben responder públicamente a las violaciones de los derechos laborales con un plan de acción correctivo detallado.
En segundo lugar, añade que las multinacionales deben alentar a las empresas que hacen sus juguetes en China para apoyar la elección directa de los representantes de los sindicatos de trabajadores de las fábricas. Y en tercer lugar, tendría que existir una línea de quejas eficaz que fuera accesible para los trabajadores y sirva para ayudar a quienes la usen en la resolución de problemas y defensa de sus derechos.

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