Rubalcaba versus Rajoy: ¿quién se defiende mejor en sus discursos?

  • O lo que es lo mismo, el "profesor" frente al "señor de las metáforas" ya son oficialmente rivales. Después de analizar su imagen y su estilo, analizamos con tres expertos en oratoria cómo se manejan a la hora de hablar en público.
C. Ibáñez / B. Toribio

Acontecimientos como el Movimiento 15M no solo van a cambiar la política, sino que también van a cambiar el modo de comunicarla. Y esto es algo que tienen que tener presente los candidatos a las elecciones generales, ya que van a tener que convencer a una ciudadanía que ve a los políticos como uno de los principales problemas del país.

¿Quién puede convencerles mejor con el don de la palabra, Alfredo Pérez Rubalcaba o Mariano Rajoy? Ambos en los discursos que realizan en foros grandes pierden gran parte de la frescura que sí mantienen en los foros pequeños. Pero analizamos con tres expertos sus virtudes y defectos como oradores.

¿Qué tipo de orador es Rubalcaba?

Una de sus cualidades políticas es su "arte de hablar en público". "Es un orador privilegiado, forjado a sí mismo, sobre todo a base de ser  el escudo de dos presidentes", explica Aleix Cuberes, consultor de comunicación pública de Dog Comunicación.

Cuberes apunta que su éxito de buen comunicador "se debe a sus genes innatos de docente". Sabe marcar el ritmo, "rápido y muy ágil", para hacer geniales relatos en un tono pedagógico y profesoral. 

Es unbuen narrador de historias: utiliza muy bien los silencios en sus discursos para provocar reflexión y los entremezcla con "frases cortas e impactantes", destaca Jorge Santiago Barnés, director del Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política de la Universidad de Salamanca.

"Anuda las historias con guiños y complicidades con el auditorio que le escucha, o mediante personas representativas, mediante anécdotas compartidas y siempre fiel a su estilo de incluir frases ingeniosas", explica Cuberes.

Si a esto se le une el"dominio absoluto de la escenografía" y el control que ejerce sobre la escena para fijar toda la atención sobre los 12-15 segundos de mensaje que después los medios destacarán en telediarios y periódicos, se convierte en uno de los mejores oradores.

 

El resultado de combinar los elementos anteriores es el de una persona solvente y  eficaz,  que transmite seguridad, "siempre muy cómodo con el foco público encima", y que "comunica magistralmente". 

Yago de Marta, consultor de oratoria y media training, destaca del candidato socialista su "soltura" para cambiar de un lenguaje técnico a uno más llano, "sin perder el aplomo del presidenciable". Rubalcaba tiene "una gran fluidez en la búsqueda de palabras".

Al usar palabras accesibles para la ciudadanía en general y acompañar su mensaje con la mirada, Rubalcaba genera "atención, confianza y transparencia", explica Barnés.

"Es listo, precavido, una mezcla de compendio de SunTzu y Macchiavelo", pero aún tiene "margen de mejora": hasta ahora ha sido "una persona de despachos, de poca calle", advierte Cuberes. En su opinión, "endiosarse sería darle ventaja a sus adversarios".

Para Barnés, debe cuidar los excesos de naturalidad. "Aunque la improvisación en el mensaje es buena y genera atención, hay determinados temas que se deben dejar al margen de discursos cercanos y próximos  y encajarlos más en discursos institucionales".

¿Y Rajoy? ¿Qué tipo de orador es?

La oratoria de Mariano Rajoy no es brillante, aunque "todo el mundo coincide en señalar su comodidad, empatía y cercanía en las distancias cortas", en el cara a cara gana puntos. "Es generalizada la sensación que el mejor Mariano Rajoy aún está por venir y así demostrar todo de lo que es capaz", subraya Cuberes.

Barnés cree que el líder del PP "gana en naturalidad y cercanía" cuando habla en vez de cuando diserta o recita algún mensaje redactado previamente. Controla el tono y el timbre de su voz cuando el discurso lo requiere.

Cuberes apunta que el  estar "permanentemente bajo el escrutinio público y expuesto le incomoda bastante y le condiciona como orador". Cuando se sube a la tribuna del Congreso o comparece ante los medios,  "su cercanía se evapora" para dar paso a otro  personaje: a un "estereotipo de líder político distante, incluso perdiendo la cercanía que puede general el seseo característico de su voz".

En la tribuna del Congreso, explica Cuberes, se convierte en "el implacable, el duro, el que martillea sin piedad. El Rajoy que todos conocemos".

Así, Yago de Marta señala que, aunque suele hacer bien las pausas, "cuando acelera le cuesta separar las ideas" y esto le impide recuperar la información, por lo que "a menudo parece estar buscando las palabras".

En sus intervenciones, explica Cuberes de DOG Comunicación, hay poco espacio para la imprevisación. "Una gran virtud" del líder del PP es que "sabe que no es un líder carismático, ni arrollador, tampoco expresivo, ni de reacción rápida ni creativo".  Se ciñe fielmente al guión.

Ésta es una de las razones por las que su ritmo es más pausado, siempre descriptivo y duro. Su estilo queda marcado por la repetición de mensajes muy básicos basados en "el uso de frases cortas, incluyendo expresiones populares y frases hechas: es el señor de las metáforas".

Barnés cree que Rajoy tiene que mejorar su dicción y su destreza para leer, sobre todo a la hora de grabar los spots de campaña. "Se nota mucho cuando lee", algo que unido a "una escasa telegenia" no le favorece.

¿Aceptará Rajoy debatir con Rubalcaba?

Según Cuberes de DOG Comunicación, la vieja manera de hacer política dice que un candidato cuya ventaja con su adversario es muy importante, no debe aceptar debates. Pero la nueva manera de hacer política sitúa a un candidato que no acepte debatir en el marco de la debilidad.

En su opinión, el PP lo va a tener muy difícil argumentar y justificar ante la opinión pública española no aceptar un debate. "Harían bien de empezar a preparar ya esos debates. Hay tiempo y no les falta talento", aconseja Cuberes.

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