Salmond reconoció, antes de la anexión de Crimea, su admiración por Putin

Londres, 28 abr.- El ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, admitió en una entrevista, efectuada antes de la anexión de Crimea a Rusia, que siente algo de admiración por el presidente ruso, Vladímir Putin, si bien no está de acuerdo con algunas de las acciones que toma.

Salmond concedió una entrevista al antiguo portavoz de prensa Alastair Campbell el pasado 14 de marzo, que será publicada el próximo 1 de mayo en la revista "GQ", aunque algunos de los extractos fueron divulgados hoy por la prensa británica.

En su entrevista, el líder escocés reconoció que admiraba "ciertos aspectos" de Putin, pero hoy el Gobierno escocés aclaró que las declaraciones fueron hechas antes de la anexión de Crimea.

"Desde entonces, el Gobierno escocés ha dejado bastante clara nuestra posición sobre la anexión ilegal", dijo un portavoz del líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP).

En sus declaraciones a "GQ", Salmond también manifestó su respeto por la canciller alemana, Angela Merkel, de la que dijo es "bastante efectiva", y expresó su admiración por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

"Bueno, obviamente, no apruebo una serie de acciones rusas", dijo Salmond, y añadió que Putin "ha restablecido una importante parte del orgullo ruso y esa tiene que una cosa buena".

Pero Salmond dijo que hay algunos aspectos de la política rusa que "son difíciles de admirar", como la constitucionalidad, sin entrar en detalle.

La región ucraniana de Crimea se anexionó a Rusia el pasado 21 de marzo después de que la población rusohablante de la zona se rebelara contra las nuevas autoridades tras la destitución el 22 de febrero del entonces presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich.

Al referirse al referéndum del próximo 18 de septiembre sobre la independencia de Escocia, Salmond anticipó a "GQ" que la participación puede ser del 75 % o más y defendió su objetivo de crear una unión monetaria de la libra con el resto del Reino Unido.

Uno los asuntos más polémicos sobre el plebiscito es la moneda, después de que el ministro principal afirmase su intención de conservar la libra, pero Londres ha descartado esa opción para una Escocia independiente.