El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó este jueves el sistema fiscal para fortalecer el Estado del bienestar porque “el infierno sería tener que hipotecarse y arruinarse para curar una enfermedad grave”.
Así lo dijo Sánchez en su comparecencia ante el Pleno del Congreso a petición propia, en la que denunció la “hipocresía” de quienes "durante la pandemia pedían más Estado y ahora que la superamos exigen menos Estado", en alusión a la bancada de la derecha que demanda bajadas de impuestos. El presidente del Ejecutivo insistió en que las “necesidades” del momento requieren “recursos económicos” y eso es mediante “ingresos públicos, impuestos”.
“Gracias a nuestro Estado del bienestar los españoles se hipotecan por comprar un coche o una casa, pero nunca por tener que hacer frente a un tratamiento contra el cáncer” porque “recibimos más de lo que pagamos con nuestros impuestos”, resumió el jefe del Ejecutivo. "Se equivocan quienes miden la justicia fiscal en función de lo que reciben del Estado", sentenció desde la tribuna de la Cámara Baja.
Palabras que despertaron los aplausos de la bancada de izquierdas del Congreso, después de que Sánchez diera las gracias "a todos nuestros servidores públicos" por su aportación al sistema del bienestar. En este sentido, Sánchez aseguró que en el Ejecutivo van a seguir “trabajando” para “seguir transformando" y “protegiendo a la clase media y trabajadora a diferencia de lo que otros gobiernos de distinto signo hicieron con la crisis financiera”.
En esta crítica a las medidas que tomó en su día el Gobierno de Mariano Rajoy, el presidente también incluyó al hoy líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, porque "las recetas de Feijóo son las mismas que las de Rajoy: una vuelta al pasado". "Al peor de nuestros pasados: el de la desigualdad y la precariedad", denunció. Finalmente, reiteró que el PP, en la oposición, habla de bajar impuestos y cuando llega al Ejecutivo apuesta por "subir todos los impuestos a la clase media y trabajadora, aprobar amnistías fiscales a los grandes defraudadores y recortar el Estado del bienestar".
"El camino más directo para desmantelar el Estado del bienestar es cuestionar las bases económicas que lo sostienen", señaló Sánchez en un momento en el que los dos grandes partidos, PSOE y PP, mantienen una disputa de modelo fiscal.
Ante una "inflación elevada pero inferior a la media europea", el jefe del Ejecutivo señaló que la "inmensa mayoría de la población" aprueba las medidas que están adoptándose como el impuestos a las grandes entidades financieras y energéticas, incluso un "impuesto de solidaridad" a las grandes fortunas. "Cada día son más los gobiernos vecinos e instituciones internacionales, véase el FMI, y europeas que siguen el camino abierto por España", presumió el jefe del Ejecutivo.
Si bien, el presidente también señaló que han "movilizado más de 35.000 millones de euros, lo que representa casi el 3% del PIB, en ayudas directas y rebajas selectivas de impuestos", como el millón y medio de abonos de Cercanías, Rodalíes y Media Distancia, el ahorro en las gasolinas o las reducciones de IVA en las facturas de luz y gas.
Con un trasfondo político, Sánchez evidenció nuevamente al PP que sus propuestas son apoyadas por la presidenta de la Comisión Europea, la popular Úrsula Von der Leyen, como los "nuevos impuestos a las grandes entidades energéticas y financieras y a las grandes fortunas". Y, ante la crítica del PP a estas acciones, el también líder del PSOE señaló que "la única respuesta posible no puede ser otra que volver a la carga y desmantelar el Estado del Bienestar con propuestas neoliberales y, lo que es peor, fuera del consenso social europeo, ignorando a conciencia las lecciones extraídas de la pandemia", resumió.
Presupuestos
El presidente aprovechó su intervención en tribuna para demandar el "máximo apoyo parlamentario" al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023 y que buscan "luchar contra la desigualdad, proteger a las clases medias y trabajadoras, y seguir avanzando en la modernización de nuestro país para convertirnos en una economía más sostenibles y competitivas".
En este sentido, dijo que con este PGE "va a haber más cohesión social", destinando un 58,5% de la dotación total a proteger a la clase media y a los trabajadores, desde la revalorización de las pensiones con cargo al IPC, a la protección del sistema de dependencia con "una dotación adicional de 600 millones de euros, lo que representa un 150% de la cuantía prevista en 2018".
En lo referido a la modernización del tejido productivo e infraestructuras, Sánchez cifró en "hasta 11.800 millones de euros en inversión pública y la canalización de más de 28.000 millones de euros del Plan de Recuperación"
Por último, de los PGE, el presidente destacó el incremento del 24% en la financiación autonómica que se producirá, "da igual lo que diga algunos o algunas" en clara referencia a las críticas de presidentes autonómicos del PP, que va "a superar los 135.000 millones de euros y del 5% en la financiación local, con más de 1.100 millones de euros adicionales respecto a las cifras de 2022.
