Madrid, 3 oct.- El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, ha declarado ante el juez de Instrucción número 11 de Madrid, que investiga el ataque a los actos de la Diada de Madrid, que durante el asalto "pensó que podía haber una carnicería y que les iban a matar".
En su declaración judicial, a la que ha tenido acceso Efe, Sánchez Llibre hizo esta aseveración al explicar por qué "en un acto instintivo de autodefensa" cogió una peana del suelo, aunque luego la volvió a dejar "pues pensó que no tenía sentido contestar a la violencia con violencia".
Los hechos, que se saldaron con cinco heridos leves y la detención de doce implicados, tuvieron lugar el pasado día 11 de septiembre en el centro cultural catalán Blanquerna, en Madrid, donde la Generalitat se disponía a celebrar el acto de la Diada en la capital.
Los radicales entraron con banderas españolas y símbolos de grupos ultraderechistas al centro cultural profiriendo gritos de "Cataluña es España" y, tras agredir a algunos de los asistentes, entre ellos a un diputado catalán y lanzar gases irritantes, arrancaron la "senyera" que presidía el acto.
En su declaración ante el juez, que se produjo ayer, Sánchez Llibre relató que cuando iniciaba su intervención el delegado de la Generalitat, José María Bosch, irrumpieron de forma violenta en la sala unas veinte personas, que rompieron la puerta y "dieron golpes y empujones violentos a los asistentes".
El portavoz adjunto de CiU aseguró que intentó "disuadirlos" cuando pensó que iban a agredir a Bosch, momento en el que le empujaron dos o tres personas, uno de ellos de forma tan violenta que cayó al suelo.
Sánchez Llibre explicó que no se identificó como diputado ante los asaltantes, aunque "cree que es suficientemente conocido como tal por salir cada semana en televisión".
Tras relatar su temor a que se produjera "una carnicería" en la que les mataran, Sánchez Llibre aseguró que los asaltantes, que llevaban simbología fascista, "insultaron y amenazaron gravemente" al delegado de la Generalitat, y que no pudo precisar si también hicieron lo mismo con él "pues estaba caído en el suelo, aunque sí oyó insultos de 'hijos de puta y putos catalanes'".
El diputado testificó también ante el juez que resultó "fuertemente afectado" por el gas pimienta del spray que lanzaron los radicales al abandonar el lugar y que tuvo "náuseas y vómitos biliares, y dificultades de respiración y mucho picor en los ojos", por lo que fue tratado en el Hospital Gregorio Marañón.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios