Japón y Corea del Sur

Sánchez obvia una reunión bilateral con los gigantes de chips durante la cumbre

En plena ofensiva del Ejecutivo por desarrollar este sector a través de los Next Generation, Moncloa evita la oportunidad de citarse con dos líderes que facilitarían el impulso de los semiconductores en nuestro país.

Sánchez sombra
Sánchez obvia una reunión bilateral con los gigantes de chips durante la cumbre. 
Agencia EFE

Moncloa lleva trabajando varios meses en la preparación de la cumbre de la OTAN. De hecho, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha estado supervisando "estrechísimamente" cada detalle a través de reuniones en el palacio presidencial. El objetivo es conseguir unir varias aristas: desde convertir la capital de España en el lugar donde se selle la histórica entrada de Suecia y Finlandia a lograr reuniones bilaterales con países "lejanos" para estrechar lazos comerciales y económicos.

Desde Presidencia se felicitaron ayer por haber conseguido un encuentro de una hora con el presidente de EEUU, Joe Biden. Una reunión que no fue la única del pasado martes: también mantuvo conversaciones de una duración parecida con sus homólogos de Australia, Nueva Zelanda e Islandia. Tres territorios que, pese a su importancia en el tablero geopolítico, se sitúan lejos económicamente de Japón y Corea del Sur, que también han sido invitados a la cumbre y con los que Moncloa no ha podido concertar un encuentro durante estos días. Dos países -estos últimos- que se caracterizan por ser gigantes de la producción de microchips. Teniendo en cuenta el contexto económico actual -con la competencia desmesurada entre los países miembros de la UE por atraer fábricas de chips (vía fondos europeos)-, se evidencia la oportunidad perdida por parte de Moncloa por potenciar este sector en nuestro país.

Según fuentes diplomáticas, "cuando se invita a un líder a la residencia presidencial, lo normal es que este corresponda con otra invitación formal a su país". El hecho de que Moncloa no haya logrado una cita con ambos presidentes deja a España con menos posibilidades de conseguir una visita oficial a dichos territorios en un medio plazo. Además, esta oportunidad perdida deja a nuestro país sin la posibilidad de llevar a cabo encuentros futuros entre el tejido empresarial español con el de Corea y Japón, que siempre son relevantes en este tipo de viajes. Lo que permitiría, entre otros asuntos, abrir nuestro país a empresas como la surcoreana Samsung, líder en el desarrollo de semiconductores. 

Una realidad que se traslada de Presidencia a los otros dos ministerios implicados en la cumbre: Asuntos Exteriores y Defensa. La ministra, Margarita Robles, solo ha conseguido una reunión bilateral durante estos tres días. Será con su homólogo de Hungría, Kristof Szalay-Bobrovniczky. Por otro lado, el ministro José Manuel Albares, no pudo concretar ayer ninguna reunión con sus homólogos de otros países. Además, fuentes del ministerio evitan pronunciarse si tendrá algún encuentro con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. Un escenario que demuestra cierta debilidad del país a nivel diplomático por la incapacidad de concertar reuniones bilaterales durante la cumbre de la OTAN. Unas citas, en la que -para más inri- se tratan aspectos comerciales y económicos.

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Sánchez obvia una reunión bilateral con los gigantes de chips durante la cumbre.

Europa Press

De esta forma, la sala de máquinas encargada de 'aprovechar' la cumbre con reuniones ajenas a la OTAN ha tenido un resultado un tanto pobre. De hecho, inlcuso la reunión con el presidente norteamericano -que ha sido el gran éxito de Moncloa- no contó con un almuerzo de trabajo. Este tipo de acto permite elevar el nivel de lo que se negocia. Así, en las relaciones diplomáticas cada detalle, por minucioso que sea, cuenta. Sin ir más lejos, el expresidente Mariano Rajoy, cuando visitó la Casa Blanca en 2014, no tuvo un almuerzo de trabajo con Barack Obama, mientras que en 2017, con Donald Trump, este sí se lo concedió.

Sánchez ya ha tenido cuatro -de las cinco- cumbres bilaterales que había fijado Moncloa. Ayer por la mañana, a primera hora, se reunió con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese; más tarde, mantuvo un encuentro con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, (con la que mantiene una estrecha relación). Justo después de comer, se citó con el presidente de EEUU, Joe Biden, y a mitad de la tarde, recibió a la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir. La única cita que le falta es con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que será durante el último día de la cumbre.

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