Sarkozy y Merkel se reúnen con Medvédev en busca de una mayor cooperación

  • Deauville (Francia).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se esforzaron hoy en afianzar su relación con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y convencerle de que los tres países comparten los mismos riesgos y amenazas y que tienen mucho que ganar si cooperan.

Sarkozy y Merkel se reúnen con Medvédev en busca de una mayor cooperación
Sarkozy y Merkel se reúnen con Medvédev en busca de una mayor cooperación

Deauville (Francia).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se esforzaron hoy en afianzar su relación con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y convencerle de que los tres países comparten los mismos riesgos y amenazas y que tienen mucho que ganar si cooperan.

"Nuestro encuentro tiene principalmente como objetivo reforzar nuestras bases de confianza con Rusia", señaló Merkel en una declaración a la prensa junto a Sarkozy poco antes de que ambos recibieran a Medvédev para cenar en un restaurante de la localidad francesa de Deauville, en la costa de Normandía.

La canciller aseguró que "desde el fin de la Guerra Fría, Rusia es un socio estratégico de Europa" y que "hay muchas convergencias en el análisis de las grandes amenazas" y por eso "podemos establecer una cooperación extremadamente útil".

"Si desarrollamos la confianza entre nosotros, podremos desarrollar juntos esta estrategia frente a las amenazas, porque estamos en el mismo barco", sentenció la jefa del Gobierno del principal socio comercial de Rusia en Occidente.

Sarkozy, que había elegido como escenario de este encuentro a tres bandas un restaurante de prestigio en una de las estaciones turísticas más lujosas del país, repitió que "la palabra clave (...) es la confianza".

"La Guerra fría ha terminado. El Pacto de Varsovia está acabado. La Unión Soviética es el pasado. Y por tanto, los rusos son nuestros amigos y queremos ser amigos de los rusos, con los que tenemos mucho que construir juntos", señaló.

El presidente francés reconoció que la historia del siglo XX, "hecha de guerras y enfrentamientos", había generado muchas suspicacias entre Rusia y Occidente, pero la situación ha cambiado y "nuestro análisis es que los riesgos y las amenazas que pesan sobre Rusia, Alemania y Francia son los mismos".

Tras la cena restringida de hoy, esta cumbre de Deauville tendrá continuidad mañana, con una nueva entrevista de los tres por la mañana, en ese caso acompañados de sus delegaciones, que repasarán en particular las citas internacionales de aquí a fin de año: la cumbre de la OTAN (17 y 18 de noviembre), la e la OSCE (1 y 2 de diciembre) y la cumbre UE-Rusia (7 de diciembre).

Los organizadores franceses han insistido en que en este encuentro no se van a tomar decisiones y que, por tanto, no hay ninguna voluntad de imponer "un directorio" a todos los que no han podido ser invitados con el argumento de que se utiliza un formato de encuentro menos formal al que ya se había recurrido en el pasado (la última vez fue en 2006 también en Francia).

Según el Elíseo, de Deauville hay que esperar sobre todo "una lluvia de ideas" para tratar de desactivar las dudas que los rusos o los europeos pueden tener sobre las intenciones de la otra parte e intentar una asociación de sus respectivas estrategias de seguridad.

En este punto, el principal escollo es el proyecto de la Alianza Atlántica de un escudo antimisiles, que desde Moscú se percibe con abierta hostilidad.

La posición franco-alemana es que ese escudo no sólo no está dirigido contra Rusia, sino que hay interés en que Moscú participe, porque su principal razón de ser actualmente es la amenaza potencial que presenta Irán por su política armamentística y de proliferación nuclear, amenaza que también pesa sobre los rusos.

Sarkozy quiere superar esos obstáculos con su idea de constituir "un espacio económico, humano y de seguridad entre Rusia y la UE", lo que necesitaría que Moscú pase a considerar la Unión en su conjunto como un actor de negociación, y no sólo sus Estados miembros por separado.

Un primer paso para avanzar en la que es una de sus reivindicaciones recurrentes ante los europeos, exonerar a los ciudadanos rusos de visado para entrar en el espacio Schengen.

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