Segundo exempleado de Itaipú se clava a madero frente a embajada brasileña

  • Un segundo extrabajador de la presa Itaipú, compartida por Brasil y Paraguay, se clavó hoy a un madero frente a la embajada brasileña en Asunción para reclamar el pago de beneficios salariales.

Asunción, 12 nov.- Un segundo extrabajador de la presa Itaipú, compartida por Brasil y Paraguay, se clavó hoy a un madero frente a la embajada brasileña en Asunción para reclamar el pago de beneficios salariales.

Gerardo Orué Báez, de 49 años, se unió a su compañero Roberto González, de 61 años, que el pasado lunes se clavó las manos a una cruz colocada en el suelo bajo una carpa en la acera de la embajada.

Una tercera cruz está lista para recibir a otra exempleada mañana si hasta entonces no hay un "acercamiento serio" de las autoridades de ambos países para negociar los beneficios que ellos reclaman, según dijo a Efe el representante de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú y Contratistas, Carlos González.

"Cada día vamos a ir aumentando", afirmó el dirigente.

Los manifestantes demandan el pago retroactivo de beneficios que recibieron los brasileños que trabajaron en la construcción de la represa y ellos no.

Se trata de un vale alimentación y pagos extra por antigüedad, productividad, vacaciones y trabajo fuera de su región de origen, explicó González.

El dirigente de la Coordinadora, que agrupa a 9.500 exempleados paraguayos, de los casi 40.000 que trabajaron en la construcción de la presa, según sus cálculos, dijo que ningún representante de Paraguay o Brasil se ha puesto en contacto con ellos pese a la medida de fuerza emprendida el lunes.

Al otro lado de la calle de la embajada, los exempleados instalaron otra carpa desde donde llevan a cabo su protesta.

El dirigente sindical dijo que Roberto González se encuentra bien físicamente y que el martes le visitaron dos médicos del Ministerio de Salud paraguayo.

Itaipú, la hidroeléctrica de mayor producción del mundo, comenzó a operar en 1984, con la conexión de la primera de sus actuales veinte turbinas, diez años después de que Brasil y Paraguay firmaran el tratado constitutivo para dar vida a la hidroeléctrica en la frontera entre ambos países, sobre el río Paraná.

Con una producción de 98,6 millones de megavatios hora (MWh) en 2013, Itaipú suministró el 75 % de la energía consumida por Paraguay y el 17 % de Brasil.

González dijo que los gobiernos militares de Paraguay y Brasil de la época de la obra reconocieron en un protocolo los mismos derechos a los trabajadores paraguayos y brasileños, pero que eso no se cumplió.

En el lado paraguayo de la represa los extrabajadores montaron un campamento improvisado donde pernoctan por turnos para reclamar los beneficios que según ellos se les adeuda.

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