El temor de los empresarios: 'Tsunami Democràtic' reúne a 140.000 agitadores

Segundo aniversario del 1-O
Segundo aniversario del 1-O
EFE

"Cuando salga la sentencia, respuesta inmediata". Es la carta de presentación del llamado 'Tsunami Democràtic', una organización compuesta por partidos independentistas, entidades soberanistas y ciudadanos anónimos que buscan provocar acciones de boicot y desobediencia a partir de que el Tribunal Supremo dé a conocer el fallo más esperado de los últimos tiempos. Están organizados para pasar a la acción este mismo lunes y ya suman más de 140.000 seguidores. Este movimiento ha provocado una sensación de alarma entre los empresarios.

El mundo de los negocios teme que estas acciones previstas perjudiquen a sus negocios. Su preocupación es que los agitadores puedan bloquear calles de ciudades ciudades y pueblos catalanes, lo que tendría consecuencias directas en su día a día. Los efectos en las empresas serían aún mayores si 'Tsunami Democràtic' consigue prolongar sus acciones de boicot durante días o semanas. En la gran empresa el temor es que el boicot pueda llegar a instalaciones estratégicas, como son el aeropuerto de El Prat, donde ya ayer hubo una sentada que fue desalojada que ellos llamaron "picnic", o el Puerto de Barcelona

De momento pocos empresarios han hablado sobre la sentencia del 'procés'. Solo se ha mojado Foment del Treball, que la semana pasada emitió un comunicado pidiendo que las "reacciones políticas" a la sentencia del Supremo sean "administradas con responsabilidad" para "garantizar por encima de todo la convivencia y evitar que la legítima manifestación de la protesta afecte el normal desarrollo de la actividad económica y cohesión social". La organización que preside Josep Sánchez Llibre añadía que a partir de ahora "se abre una nueva etapa política para que desde el respeto mutuo, siempre dentro de la legalidad, se pueda superar el callejón sin salida actual entre Cataluña y el resto de España y, a través del pacto, se facilite la recuperación de la estabilidad y de la normalidad democrática e institucional".

Las concentraciones se prevén pacíficas, en general, pero no hay que descartar conatos violentos en algunas zonas de Cataluña. Para eso Interior ha enviado a más de 1.500 agentes de unidades 'antidisturbios' con la orden de que no sabrán cuándo volverán a sus respectivas bases. La información que maneja el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska es que los alborotadores prolonguen durante días sus protestas, por eso no han definido en las órdenes de servicio cuándo será el regreso de estos policías y guardias civiles.

Desde 'Tsunami Democràtic' llevan varios días insistiendo a sus seguidores que las protestas deben ser pacíficas. Han difundido un vídeo citando a Gandhi y a Martin Luther King para recordar que las grandes acciones de protesta siempre han dejado a un lado las vías violentas. "Desde mediados del siglo XX la no violencia se ha convertido en una poderosa herramienta en manos de la población para conseguir profundas transformaciones sociales", recordaban este domingo. 

En 'Tsunami Democràtic' ya son casi 150.000 personas (cifra a primera hora de la mañana) informadas y convocadas de las movilizaciones. Sus promotores les han pedido que salgan a la calle con poco: "Una radio, calzado cómodo y agua para pasar un día fuera de casa". El epicentro de sus protestas se prevé que sea Barcelona porque dijeron a los habitantes de fuera de la ciudad que tuvieran preparado el coche o el transporte público para llegar al centro nada más conocerse la sentencia. "Este juicio marcará el umbral de los derechos y libertades en toda Europa", les recuerdan.

Gabinete de crisis convocado en Moncloa

En Moncloa, por su parte, este lunes es un día marcado en rojo, con un gabinete de crisis convocado para la ocasión y con la plana mayor del Gobierno en funciones movilizada para calibrar las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo y dar una respuesta oportuna. Pedro Sánchez se la juega -así lo reconocen en su equipo- y por eso quiere ofrecer una contestación a los independentistas que sea contundente y, a la par, que no provoque el efecto contrario. El objetivo es evitar el llamado 'efecto Estatut' y que el fallo, a pesar de que pueda asumir el criterio de la Abogacía y condenar a los procesados por sedición y no rebelión, no se convierta en una fábrica de secesionistas tanto en Cataluña como en País Vasco.

En el gabinete del presidente tienen previsto leer con calma la sentencia y analizarlo para, a continuación, ofrecer esa valoración política tan esperada. Podrían pasar horas, por tanto, entre la comunicación del Supremo y la reacción de Moncloa. Pero habrá respuesta, aseguran las fuentes consultadas, descartando mantener el silencio que decidió adoptar el Gobierno de Rajoy tras el 1-O. Solo entonces habló con contundencia el Rey en su ya famoso discurso del 3-O.

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